El mundo dice adiós a un símbolo de la lucha contra el Apartheid.
En una homilía carga contra la educación actual. "No somos intercambiables más que para los intereses del mercado y del Ministerio de Hacienda", afirma.
El arzobispo Cañizares arremete contra lo que él denomina “imperio gay” y “ciertas ideologías feministas” que amenazan la familia cristiana.