A pesar de tener 3.000 dientes, los tiburones no mastican su comida; o bien dan una mordida inicial y esperan a que la presa se desangre, o bien la agarran y la sacuden para arrancar los trozos que luego se tragan enteros.
El turista fue atacado por un tiburón en la Playa de Piedade, en Jaboatão dos Guararapes, ciudad vecina a Recife, en un area considerada segura.