Hay que celebrar nuestra Constitución como se merece. Una Constitución consensuada y de progreso, fundadora de un Estado Social de Derecho, como es el nuestro, y que ahora cumple cuarenta años.
Para el presidente del Gobierno, cambiar la Carta Magna no es un asunto para "ocurrencias" ni para "frivolizar", sino para "hacer las cosas muy bien" como en 1978.