La legislación británica permite denunciar fuera de su país hasta tres años después de haber acontecido la supuesta intoxicación | Algunos hoteles han tenido que desembolsar hasta 500.000 euros para hacer frente a estas.
Las reclamaciones falsas de los turistas británicos por intoxicaciones alimentarias sufridas durante sus vacaciones en Canarias se han multiplicado un 1.400 por ciento en tan solo un año.
Cuando el turista regresa a su país presenta la demanda y, debido a los contratos entre turoperadores, la responsabilidad recae en los hoteles.