Suiza vota el 17 de enero para poner fin al acuerdo con la UE sobre la libre circulación de personas. La propuesta ha sido aceptada por la derecha populista, pero rechazada por el Gobierno y la mayoría de los votantes, según las encuestas.
Esta regulación puede incumplir con el principio de libre circulación de personas de la UE, aunque la Comisión todavía no se ha pronunciado.