Erra es una política con altísimo grado de intolerancia hacia los que no piensan como ella.
Señorías -sin acritud- quédense con la sabiduría popular que encierra hoy nuestro modesto titular: El Parlament de Catalunya no es una taberna.
La ley fija que para ser investido en primera vuelta hay que obtener la mayoría absoluta de 68 escaños pero Torra se ha quedado en mayoría simple: 66 votos a favor desde JxCat y ERC, 65 en contra desde Cs, PSC, comuns y PP, y las cuatro abstenciones de la CUP.
A un día de la constitución de la cámara catalana, se sabe que será una persona del ámbito independentista pero se desconoce el nombre.
Ahora habrá que buscar otra persona que quiera asumir esta responsabilidad.
Ciudadanos, PSC y PP podrían igualar en intención de voto a JxCAT, ERC y la CUP, que perderían la mayoría absoluta por un escaño. Así, En Comú Podem se convertiría en árbitro de la investidura del nuevo President de la Generalitat.
Es la hora de la reflexión y de pensar que en esta situación no ha ganado nadie, más bien todos hemos perdido, por causa de unos dirigentes políticos incapaces, mentirosos y pirómanos que no han medido las consecuencias de sus acciones.