La revista satírica ha recibido críticas ya que hay quien considera que presenta una asociación directa entre musulmanes y terroristas.
Se trata de una caricatura que guarda mucho parecido con otra que protagonizó la polémica portada de julio de 2007, que acabó siendo secuestrada por orden judicial.
Las críticas en las redes sociales desde España y México han hecho que la editorial rectifique sus palabras sobre la autora Elena Garro.