viernes, 19 de abril de 2024 18:54
Sociedad

Clientelismo y corrupción sitúan la calidad institucional de España a la altura de la URSS

Expertos achacan al clientelismo que España esté más cerca de Estonia que de Dinamarca en calidad institucional.

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Congreso 12


España ha experimentado un enorme progreso económico y social en los últimos 30 años pero aún le queda mucho terreno por recorrer en lo que se refiere a la calidad de sus instituciones, que se sitúa más cerca de los niveles de países como Chile o del antiguo bloque soviético, como Eslovenia o Estonia, que de Dinamarca. 


El clientelismo y la burocratización son las principales causas de esta situación, según un estudio presentado este lunes 9 de abrilen el Congreso.


Así lo ha explicado el profesor de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) Víctor Lapuente durante la presentación de 'La calidad de las instituciones en España', un libro publicado por el Círculo de Empresarios, cuyo presidente John de Zulueta, también ha intervenido en el acto.


Lapuente ha repasado los temas tratados por distintos autores en la obra y ha señalado como algunos de los males de España el clientelismo presente en mayor o menor medida en todas las administraciones, la gran cantidad de puestos de libre designación y la burocratización y el corporativismo de la administración.


NOMBRAMIENTOS POLITIZADOS


En este sentido, ha denunciado que el sistema de nombramientos está "excesivamente politizado", lo que repercute en que no se elige a los "mejores", sino que priman "criterios de idoneidad política". 


Por ello, ha apostado por que se abran convocatorias públicas para el nombramiento de los consejeros de órganos públicos.


El clientelismo tiene entre otras consecuencia que, por ejemplo, la mitad de los directivos públicos en España no tiene claras las metas de las organizaciones que dirigen y no gozan de excesiva autonomía para desarrollar políticas públicas.


España obtiene su peor calificación sobre corrupción


En la obra también se trata el fenómeno de la corrupción y se señala la paradoja de que, aunque España tiene una "baja experiencia" de prácticas corruptas extendidas y, por ejemplo, la Policía es una de las instituciones más valoradas, existe una alta percepción sobre la existencia de este fenómeno.


PAGO DE SOBORNOS


Tomando datos del Eurobarómetro, en el libro se destaca cómo está creciendo la percepción sobre la extensión de la corrupción en España desde 2005. En ese año, el 73% de los españoles consideraba que estaba "muy o bastante extendida", un porcentaje que llegó al 95% en 2013. En Europa, en el mismo periodo ese porcentaje sólo subió cuatro puntos (del 72 al 76%).


Esto es así, pese a que sólo el 2% de los españoles admite haber pagado un soborno, según ha explicado el presidente del Círculo de Empresarios, quien también ha incidido en que el estudio concluye que la percepción general es que la corrupción está "muy concentrada en las altas esferas políticas".


Así lo demuestra que entre 2008 y 2013, la confianza de los españoles en el Parlamento Nacional cayera en un 32% (hasta el 7% frente al 29% de la media europea), en el Gobierno se desplomara en un 37% (hasta el 8% frente el 29% europeo) y en los partidos el descenso fuera del 25% (hasta el 5% frente al 19% de la UE).

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