Italia aprueba unos presupuestos "imposibles" para enfrentarse con Bruselas
Las principales plazas europeas han abierto la jornada en negativo entre rumores de que la Comisión Europea tumbará las cuentas públicas italianas.
Que haya tensión. Esa parece ser la idea del Gobierno de Roma dirigido por Luigi Di Maio (Movimento 5 Stelle) y Matteo Salvini (Lega Norte). Las dos fuerzas antisistema han enviado unos presupuestos públicos a la Comisión Europea que inclumplen la norma del déficit y le ponen las cosas muy difíciles a la institución para aprobarlos.
De hecho, este lunes los parqués se han levantado gripados ante la posibilidad de que, por primera vez en la historia, la Comisión eche atrás las cuentas italianas y pida a Roma que rehaga sus presupuestos.
Por supuesto, nada de esto se debe a la impericia de los técnicos del Gobierno ni a la falta de avisos. La patronal italiana, la banca e incluso la oficina presupuestaria del Parlamento italiano han advertido de la completa informalidad de estos presupuestos.
Pero la intención del Ejecutivo liderado por Salvini y Di Maio es "calentar" la situación con la vista puesta en las elecciones europeas de mayo de 2019. El líder de la derecha identitaria ha planteado estos "presupuestos del pueblo" como un órdago contra la Unión Europea. Su voluntad es presentarse como víctima ante la eurocracia que impide que se aprueben medidas contra la pobreza.
¿QUÉ CONTIENEN LOS PRESUPUESTOS?
En la propuesta presentada ante Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos, no se recoge ninguna medida para atajar el déficit --de hecho, se aumenta hasta el 2,4%-- ni la deuda, que en Italia escala hasta el 132% del PIB.
Además, se trata de unos presupuestos expansivos que proponen la introducción de una renta ciudadana de 780 euros, la bajada del impuesto sobre el valor añadido o el adelanto de la edad de jubilación hasta los 62 años.
Más gasto y menos ajustes que han disparado las alarmas en el resto de cancillerías europeas. Ahora es la Comisión Europea la que debe mover ficha: si revoca los presupuestos, entrará en el juego populista; si los aprueba o retoca levemente, otros países podrían pedir en un futuro un trato similar. Hagan lo que hagan, esta vez es Roma quien tiene la sartén por el mango.
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