La etarra 'Anboto', a diferencia de su pareja 'Antza', está reclamada por España por el atentado de Luciano Cortizo

Iparragirre entregó explosivos a Sergio Polo, a quien recriminó que una bomba lapa no matara en 1995 al también militar Juan José Aliste

Marixol Iparragirre, alias 'Anboto', tiene una orden europea de detención y entrega por su relación con el atentado del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, según confirman a Europa Press fuentes jurídicas y policiales. Es decir, 'Anboto' sí tiene causas pendientes en la Audiencia Nacional, a diferencia de su pareja Mikel Albisu, 'Mikel Antza', quien quedó ayer en libertad tras cumplir condena en Francia.

El histórico jefe de ETA 'Mikel Antza' fue puesto en libertad ayer por la tarde tras aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas entregado por las autoridades francesas. Las citadas fuentes confirman que sobre el máximo responsable del aparato político desde 1992 a 2004, cuando fue detenido junto con su pareja 'Anboto', no existen vínculos directos que puedan ser defendidos en un tribunal como prueba incriminatoria. En el pasado, a 'Antza' se le trató de relacionar sin éxito con el aparato de extorsión de la banda terrorista.

La Justicia francesa impuso en diciembre de 2010 sendas penas de 20 años de cárcel para 'Mikel Antza' y 'Anboto'. La segunda sí tiene un historial con pruebas incriminatorias que la relacionan directamente con los atentados de ETA, de ahí la euroorden de 2015 dictada por el juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo González.

'Anboto', que puso voz al vídeo del final de ETA de mayo de 2018 junto con otro histórico etarra buscado por la Justicia, Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, 'Josu Ternera', está reclamada por la Audiencia Nacional por ordenar el asesinato del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo Alonso ocurrido en 1995 en León.

VIVAS A ETA CUANDO APELÓ LA CONDENA
En marzo de 2016, el Tribunal de Apelación de París falló a favor del traslado a Madrid de 'Anboto' por estos hechos una vez que cumpliera la condena impuesta por los tribunales galos, lo que estaba previsto para 2019, al igual que en el caso de 'Mikel Antza'. Ambos terroristas tienen un hijo en común.

En la vista de la euroorden, Iparragirre calificó de "ensañamiento" la reapertura del sumario de Luciano Cortizo. Dicha orden de detención refleja que 'Anboto' entregó "material explosivo" a Sergio Polo, el etarra que fue trasladado desde la cárcel de Algeciras (Cádiz) a Herrera de la Mancha (Ciudad Real), una decisión criticada desde las asociaciones de víctimas por la falta de información previa del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska.

El material explosivo era una bomba lapa con una carga explosiva de entre 1.200 y 2.000 gramos de cloratita que provocó la muerte del militar Luciano Cortizo y causó heridas graves a su hija a consecuencia de la detonación en los bajos del coche en el que viajaban ambos en León el 22 de diciembre de 1995. También fueron heridas otras cuatro personas.

Sergio Polo fue condenado por otro atentado anterior, el del capitán de Infantería del Ejército Juan José Aliste, mutilado por la explosión de una bomba lapa colocada en su coche. En el domicilio de este terrorista apareció una carta mecanografiada firmada por 'Anboto' en la que le recriminaba que este militar no hubiese muerto pese a la cantidad de explosivo utilizado.

En 2012, 'Antza' y 'Anboto' lanzaron vivas a ETA durante el juicio de apelación contra la sentencia de 20 años de cárcel dictada por los tribunales franceses. Ambos terroristas fueron detenidos el 3 de octubre de 2004 en una operación con la colaboración de la Guardia Civil en la que fueron arrestadas 20 personas.

Tras cotejar las huellas dactilares, Interior confirmó las identidades de los máximos responsables de la banda --'Antza' relevó en la jefatura política a José Luis Álvarez Santacristina, 'Txelis', tras la caída del colectivo 'Artapalo' en 1992 en Bidart-- en una operación que el ministro José Antonio Alonso calificó de "histórica", ya que, además, se intervinieron cientos de kilos de explosivo y decenas de armas.