​Juan Guaidó, el presidente interino "electo" con apoyo internacional

El autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, quien ha ganado apoyo internacional desde los primeros días de ese status, está hoy poniendo a prueba la solidaridad de los militares y el apoyo en las calles para expulsar el "régimen de terror" de Nicolás Maduro.

"El primero de mayo comenzó hoy", dijo Juan Guaidó en la madrugada del 30 de abril, hoy, junto a militares que lo ayudaron a liberar a Leopoldo López, el líder de su partido y mentor político que Nicolás Maduro había detenido.

En los últimos meses, Juan Guaidó ha contado con el apoyo de gran parte de la comunidad internacional y ha puesto a prueba el régimen de Nicolás Maduro al forzar la ayuda humanitaria que el presidente electo intentaba mantener en las fronteras, pero la mayor prueba de su fuerza política comienza hoy con lo que el gobierno de Maduro ya ha reconocido como un "golpe de estado".

Para tener éxito, en este intento que el régimen del presidente Nicolás Maduro ya ha calificado de golpe de Estado, Juan Guaidó tendrá que demostrar que la influencia que ha adquirido entre parte de la población se ha extendido a las Fuerzas Armadas, con el fin de derrocar al régimen de Maduro y cumplir la promesa que hizo a varios líderes mundiales: la programación de elecciones libres y democráticas, respetando la Constitución.

Cuando Juan Guaidó levantó la mano derecha para jurar que respetaría la misma Constitución, como autoproclamado presidente interino, frente a miles de manifestantes en Caracas el 23 de enero, mostró su muñeca herida.

El rojo de su muñeca era la marca de las esposas que lo habían arrestado el 13 de enero por enfrentarse al régimen de Nicolás Maduro, declarándose presidente del único cuerpo legítimo de Venezuela, la Asamblea Nacional.

En medio de la calle y a plena luz del día, un grupo de elementos del servicio secreto venezolano, encapuchados, detuvieron al líder de la oposición, por algunas horas más tarde para liberarlo, dejándolo con un disco que ahora le gusta mostrar a Guaidó.

La amenaza de arresto había sido hecha por la ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, María Iris Rangel, quien en la red social Twitter no había dejado ninguna duda sobre las intenciones del gobierno de Maduro: "Ya tengo una celda preparada para ti y el uniforme adecuado y espero que rápidamente designe a su equipo de gobierno para que sepa quién te hará compañía, muchacho estúpido".

La presión del gobierno no es nada nuevo para Guaidó, quien en 2007 estuvo a la vanguardia del movimiento estudiantil que intentó oponerse al cierre del canal Caracas Televisión, uno de los medios de comunicación que Hugo Chávez silenció.

Juan Guaidó tenía así derecho a exhibir la "medalla" de pertenencia a la llamada "Generación 2007", un grupo de jóvenes activistas que trataron de oponerse a la enmienda a la Constitución venezolana y que rápidamente se convirtieron en blanco de la ira del aparato del régimen "chavista".

Juan Guaidó hizo la pasantía política junto a otros jóvenes como Miguel Pizarro y Stalin González, ahora también diputados de la Asamblea Nacional, y que se convirtieron en un núcleo duro de jóvenes políticos que prometieron no hacerle la vida fácil al entonces presidente Hugo Chavéz.

Pero fue junto con Leopoldo López, un poco mayor, que Guaidó se fue a la fundación del partido Voluntad Popular en 2009.

López, que fue alcalde de Chacao, fue una de las influencias más fuertes en Guaidó, especialmente en el área judicial, donde ya ha logrado algunas reformas relevantes en el parlamento, a pesar de la presión de la maquinaria gubernamental.

Cuando López fue arrestado y se convirtió en el preso político más famoso de Venezuela, Guaidó ocupó su lugar en la oposición al gobierno.

En 2012, Guaidó se presentó a las primarias de la coalición de varias fuerzas de oposición, Mesa de la Unidad Democrática, para el cargo de gobernador del estado de Vargas, pero fue derrotado y permaneció en la Asamblea Nacional, donde había sido elegido en 2010.

En 2015, con Nicolás Maduro ya en el poder, se convirtió en coordinador de la Voluntad Popular y, en el Parlamento, en presidente de una de las comisiones permanentes, lo que aumentó su visibilidad política, pero también inflamó aún más la resistencia del Presidente, especialmente cuando comenzó a referirse al "régimen de terror".

Guaidó se jacta de utilizar la metodología de ingeniería, que estudió en la Universidad, para desmantelar el aparato de poder.

Profesionalmente, rechazó un lugar seductor en una empresa de México, para quedarse en Venezuela y continuar la lucha que había iniciado como activista juvenil, empujando a su partido Voluntad Popular hacia una línea más extremista y siendo uno de los más entusiastas organizadores de manifestaciones de protesta contra Maduro.

Cuando, a finales de 2018, Guaidó comenzó a madurar en la idea de crear un gobierno de transición, sin reconocer el resultado de las elecciones de mayo porque sentía que no habían sido justas ni transparentes, se dio cuenta rápidamente de que su principal objetivo sería atraer al ejército.

"No tenemos armas, por eso necesitamos el ejército", dijo Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López y también una importante mentora de Guaidó.

Sin embargo, horas después de que Guaidó se autodenominara presidente interino, el ejército declaró su lealtad a Nicolás Maduro y dejó al nuevo gobierno de transición dependiente del apoyo externo, que comenzó a llegar al teléfono del líder del parlamento de varios países.

El presidente estadounidense Donald Trump fue el primer líder mundial en declarar su apoyo, dando argumentos a quienes dicen que Guaidó había estado negociando con los estadounidenses durante varios meses un proceso de destitución de Maduro.

De hecho, Guaidó ha estado alimentando conexiones diplomáticas y políticas con líderes de varios países, en Norteamérica y Europa.

"El Parlamento dirigido por Juan Guaidó es el último vestigio de la democracia en su país", dijo el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en un video difundido en los medios sociales en enero, justo después de que se declarara presidente interino.

Hoy, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, reiteró el apoyo de Estados Unidos a las intenciones de Guaidó, diciendo que "aprueba plenamente al pueblo venezolano en su búsqueda de libertad y democracia", en respuesta a la Operación Libertad, que el gobierno de Maduro ya ha reconocido como un intento de un "golpe de estado".