​António Guterres: "No se puede jugar con la naturaleza, porque devuelve el golpe"

"Traigan planes, no discursos", dijo Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a los líderes políticos que se reunirán en Nueva York el 23 de septiembre para una cumbre sobre el clima. En pocas palabras, la experiencia del Acuerdo de París, firmado en 2015 por casi 200 países, ya ha llegado: las emisiones de gases de efecto invernadero, en lugar de disminuir, han aumentado.

"En una entrevista con 'El País', el Secretario General de la ONU dijo: "Los objetivos son muy difíciles, pero posibles, lo que necesitamos es voluntad política. Los objetivos fijados por la ONU incluyen, por ejemplo, una reducción del 45 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono para 2030 y, para 2050, la neutralidad del carbono; en otras palabras, que la cantidad de gases emitidos sea igual a la cantidad que pueden absorber las plantas y organismos marinos, por ejemplo.

Lo que está claro para António Guterres es que tendrán que ser los ciudadanos los que presionen a los gobiernos para que se comprometan con los cambios. "Quiero que toda la sociedad presione a los gobiernos para que entiendan que deben ir más rápido." Preocupado por las consecuencias de los desastres naturales, como el que vio en las Bahamas tras el huracán Dorian, el Secretario General de la ONU lo advierte: "La naturaleza está enojada. Y no puedes jugar con la naturaleza, porque te devuelve el golpe".

António Guterres sabe que las acciones de los gobiernos suelen llegar más tarde que las iniciativas de los ciudadanos, pero cree que los Estados terminan cambiando. Esta es también su esperanza para los Estados Unidos, aunque prefirió no hablar de Donald Trump, que quiere desvincularse del Acuerdo de París. "Vemos mucha acción por parte de los estados, las ciudades y la comunidad empresarial norteamericana, que está produciendo muchos resultados.

Sobre la polarización política que pueden desencadenar las cuestiones climáticas, António Guterres desvaloriza, diciendo que el discurso está mucho más polarizado con respecto a la migración y que hay muchos partidos de derecha en Europa que ya entienden la necesidad de actuar para revertir el problema.