España no participa en los 3.200 millones de euros en ayudas para baterías aprobados por la UE
Consciente de que los coches eléctricos son el futuro y de que Europa depende demasiado de esta industria para descuidar las baterías, la UE ha decidido aprobar una ayuda de 3.200 millones de euros para nuevas baterías. España no participa.
Nadie está discutiendo que el futuro de los coches eléctricos depende de la tecnología de las baterías. Y serán mucho mejores y más agradables de usar cuanto más energía sean capaces de almacenar sus baterías, y cuanto más rápido sea el proceso de recarga.
En este momento, las baterías más avanzadas están en manos de Tesla y de varios fabricantes coreanos y chinos, y la Unión Europea (UE) considera que es un riesgo demasiado alto no tener una marca local que controle esta tecnología o industria.
Desde que se definió la movilidad eléctrica como estratégica, ni los países ni sus fabricantes han estado especialmente dispuestos a depositar su confianza -y con ella el futuro de su negocio- en los fabricantes a menudo vinculados a Estados que pueden tener otros intereses potencialmente vinculados a los de las empresas europeas.
Por ello, la UE ha aprobado una inversión en investigación y desarrollo de 3.200 millones de euros, sufragada por los Gobiernos de siete países, entre los cuales no se encuentra España.
Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Polonia, y Suecia seguirán adelante con 3.200 millones de fondos públicos para crear las condiciones que aceleren el desarrollo de nuevas tecnologías que conduzcan a la producción de baterías más eficientes y baratas.
Al mismo tiempo, hay 17 empresas europeas que van a invertir 5 000 millones de euros adicionales, en particular, para reunir los 8 200 millones de euros que se cree que se necesitan para invertir en nuevas tecnologías de baterías para el año 2031.
La lista de contribuciones muestra que la mayor parte de la inversión pública la realizan Alemania y Francia, la primera con 1 250 millones de euros y la segunda con 960 millones de euros. Italia aporta 570 millones y Polonia 240 millones, seguidos de Bélgica (80 millones de euros), Suecia (50 millones de euros) y Finlandia (30 millones de euros).
En este importante proyecto de interés común europeo ("IPCEI") no participa España.
Además de la inversión en investigación y desarrollo de nuevas baterías, se estudiarán formas de optimizar el reciclaje de las mismas, de una forma menos perjudicial para el medio ambiente.
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