INGLATERRA SIGUE SIENDO UNA POTENCIA MUNDIAL

La Inglaterra del Covid-19 ha iniciado una guerra contra España porque sus datos son interpretables en negativo si se tienen ganas de fastidiar. ¿Por qué lo hace?, si tiene, ahora mismo dos ministros veraneando en Canarias, lo cual, es escandalosamente llamativo, y a miles de conciudadanos que no corren un peligro excesivo en hoteles españoles de la Costa del Sol, que son bastante más seguros, por ejemplo que los del mismísimo Londres. 

Nadie lo dice, pero todos suponen que, tras la muy llamativa entrevista entre la Ministra de Exteriores española  Arantxa Gonzalez Laya y el premier de Gibraltar, Fabián Picardo, se habló de algo más que de la falta de empleo en el Campo de Algeciras, y que aquella versión que sitúa las conversaciones en el ámbito del acercamiento al negocio europeo a cambio de nuevos tiempos para la entente hispano-gibraltareña, podría haber despertado al león británico, que al contrario que nosotros, no se deja tomar el pelo en un asunto geoestratégico tan importante para las relaciones internacionales como lo es ser el vigilante perpetuo de la entrada y salida del Mediterráneo.

Buen intento de la Ministra Laya, como también lo fue en su dia el de su colega Moratinos, pero pillar a los ingleses en un momento de debilidad, es casi tan difícil como que estos hijos de piratas y bucaneros dejen de tomar té para abandonarse al aromático culto del café después de comer, aunque tan delicioso brebaje lo acompañemos de “unas gotas” de Aguardente do Ulla, el mejor para darse un chute de adrelanina que nos suba la moral patriótica.

A quienes acaban de enseñarnos la puerta de salida al resto de los europeos, es muy difícil colarle una versión real del Tratado de Utrech, primero porque ya tienen la suya y no quieren cambiarla, y luego porque económicamente todavía estamos a mucha distancia de su capacidad industrial y financiera, y no digamos del potencial atómico que guardan en sus silos o en los submarinos que siguen reparándose en Gibraltar, aunque en ningún Tratado figure semejante autorización. Inglaterra es una potencia mundial con derecho de veto en las Naciones Unidas, y nosotros no ¿verdad Ministra?