El Govern quiere prohibir las bolsas de plástico gratis pactando con el pequeño comercio

La Agència de Residus de Catalunya (ARC) se reunirá este mayo con representantes del pequeño comercio para pactar prohibir la gratuidad de las bolsas de plástico en estos establecimientos con el fin de reducir su consumo, que en Catalunya es de 156 unidades por persona al año.

El director de la ARC, Josep Maria Tost, ha dicho que las tiendas pequeñas son las únicas que han aumentado el gasto de bolsas -hasta un 15% de 2007 a 2011-, debido a la aparición de nuevos comercios abiertos las 24 horas y a las tiendas de las gasolineras, mientras que los supermercados han reducido el consumo un 87%.

Ha señalado que le preocupa que existan estas dos velocidades, por lo que en mayo buscará "establecer líneas claras de actuación" con los representantes del 'Pacte per la bossa', que incluye a Pimec, la Confederació de Comerç de Catalunya, fabricantes de bolsas de plástico, y de distribución en supermercados estatales y catalanes.

"El objetivo es que en mayo haya cosas concretas y que no sea una reunión para decir que lo volveremos a mirar", ha avanzado Tost al agregar que hace un año y medio que el sector reflexiona sobre esta cuestión.

En el sector del pequeño comercio existe cierta resistencia a hacer pagar por las bolsas de plástico porque se entienden como "un servicio al cliente", ha señalado el responsable de la ARC, y ha agregado que también trabajarán para que los ciudadanos sean más proactivos.

El segundo paso del Govern será consensuar un precio mínimo por bolsa para todos los comercios catalanes, puesto que actualmente hay supermercados que las entregan por cinco céntimos y otros por dos céntimos, lo que "no estimula demasiado el cambio".

DIRECTIVA EUROPEA

Esta medida se enmarca en la modificación de la directiva europea que el Parlamento europeo prevé aprobar el 28 de abril y que por primera vez regulará el uso de las bolsas de plástico.

El objetivo de la regulación europea es reducir el consumo en un 80% en 2025 con 40 unidades anuales por ciudadano, ya que la media actual está en las 190 unidades, más que la media catalana.