Empanada de garabullos

El debate en el Parlament ha sido, casi todo, menos una puesta en escena del pacte de legislatura entre Convergencia y Esquerra, vigente todavía, que yo sepa. A Artur Mas, cual valeroso Capitan trueno, se le nota dispuesto a dar el salto del tigre tan pronto el Tribunal Constitucional abra la boca, y a Goliat Junqueras se le ve casi al mismo tiempo huraño y desconfiado.

El debate en el Parlament ha sido, casi todo, menos una puesta en escena del pacte de legislatura entre Convergencia y Esquerra, vigente todavía, que yo sepa. A Artur Mas, cual valeroso Capitan trueno, se le nota dispuesto a dar el salto del tigre tan pronto el Tribunal Constitucional abra la boca, y a Goliat Junqueras se le ve casi al mismo tiempo huraño y desconfiado. Y lo malo de todo este panorama, es, que todo el mundo "ya sabe" lo que va a decir el mencionado Constitucional, cuando uno se imagina que los magistrados de este Alto Tribunal deben tener criterio propio y que sus sentencias no debieran obedecer al "tempo político" y mucho menos a intereses partidarios o gubernamentales. Y sin embargo ¿esta vez solo? todos estamos seguros que nuestros padres constitucionalistas van a parar en seco la propuesta del Govern Mas y le van a dar la razón a las impugnaciones del Gobierno Rajoy. ¿No les suena este derroche de declaraciones a camelo institucional?

Aparte de esa "curiosidad sin importancia" me quedo de la sesión parlamentaria del lunes con las intervenciones de Mas e Iceta, que han sido de un nivel muy superior a la media, y que denota que nuestro políticos cuando quieren, pueden, aunque no estén de acuerdo. La cara del líder de Esquerra era todo un poema mientras los dos contendientes cruzaban sus respectivos discursos, que dejaban el suyo en una "empanada de garabullos" ?perdónenme al periodista esta licencia galaica- que como ¡todo el mundo sabe! solo lleva harina, sal y sobre todo mucha madera, para que la digestión sea pesada y lenta.

Para rematar,esta noche del martes el Fiscal Torres Dulce ha dormido como un bebe tras ciscarse a gusto en los dodotis de la Farmacéutica Margallo, que lo mismo nos vende un día pañales para los niños que, al día siguiente inunda el Pentágono con pasquines con su Manual del terrorista islámico. Este "importante" Señor se merece un puesto como astronauta en la Estación Espacial Internacional ahora que está a punto de caerse de vieja sobre la atmósfera terrestre, porque si Rajoy no lo manda pronto a ese tan relevante lugar, el Ministro para el Exterior, nos monta a "todos" un lio, aquí, en Catalunya, que ríanse Vds. de la que tuvieron nuestro bisabuelos en la Batalla del Ebro o Agustina de Aragón en la Guerra de la Independencia.

Menos mal que los escoceses están a punto de trasladar el centro de atención mediática hacia su referéndum, una cita, que seguramente no nos perderemos ninguno, especialmente los que tenemos como ellos un viejo origen celta y nos gusta "tocar la gaita" especialmente a las tres de la madrugada.