Si tú no prometes acatar la Constitución que votaron mayoritariamente todos los españoles --también los catalanes-- ni expresas lealtad al Jefe del Estado y además dices de forma clara y explícita que ese mismo Estado “ahoga y humilla a Catalunya”, pues la verdad es que la puerta del diálogo la has derribado estrepitosamente en tu primera intervención institucional y lógicamente no puedes esperar que el Gobierno que acabe formándose en España, que se formará, porque lo de Patxi López es un mensaje claro a los navegantes y sobre todo a los que les gustan las citas marineras, te reciba con los brazos abiertos y asuma tus intereses financieros o pagos urgentes con la generosa afabilidad del amigo de toda la vida.
Al President de la Generalitat le acaban de meter en un lío muy gordo haciéndole prometer mediante una fórmula hostil al Estado --no sé si legal o ilegal-- su cargo institucional y, a continuación, le van a poner al frente de un Govern en el que no ha podido nombrar ni un solo integrante del mismo, lo cual, además de ser una cacicada política, es un hecho inaudito en la reciente historia de Catalunya y en la de todas las autonomías españolas. Luego le colocarán, en un mes aproximadamente, en la tesitura de saltarse la ley con la decisión de enseñarnos su Hacienda catalana al margen de la ley y, más pronto que tarde, le meterán en otras decisiones de similar calado que colocaran a la Fiscalía General del estado y al Tribunal Constitucional contra la pared de los hechos consumados.
Si todo va como presumimos --y no parece que sea de otra manera-- nos encontraremos en el futuro próximo con dos posibilidades: una, el estado defiende la legalidad española y europea con todas sus consecuencias, algo que ya hizo el gobierno de la República. O dos, el Gobierno de Madrid se rinde y cede ante el ‘Molt Honorable’ Carles Puigdemont y le deja que este declare unilateralmente la independencia de Catalunya, enterrando para siempre la palabra “España”.
A mí me parece, por las caras que le vi a los representas del Estado, que la segunda opción está muy lejos de la hoja de ruta que Rajoy, Sánchez, Rivera e incluso Iglesias tienen prevista para todos los españoles en los próximos meses. Entonces, con preocupada sinceridad, ¿qué es lo que viene ahora...?
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