EL CONSELLER COMÍN PODRÍA TOCAR LA GAITA EN LAS URGENCIAS

Cuando un gobernante tiene la responsabilidad de velar por la salud de la ciudadanía, le debe faltar tiempo para hacer otras cosas de menor importancia. Vamos, que no le debería sobrar el tiempo para hacer o decir tonterías. Y más en tiempo de crisis, donde los recortes han llegado más allá de lo que nos han contado a todos.

Pero, para algunos, el tiempo debe ser como un chicle que se estira a “medida”, o quizás las prioridades que se marca son diferentes a las que deberían ser. Pero como para algunos políticos los medios de comunicación son su trampolín a la “fama”, las prioridades empiezan por éstos. Lo digo sencillamente porque ejemplos los tenemos a diario, por desgracia…

Este fin de semana, con las urgencias saturadas, al Conseller Comín no se le pasó por la cabeza, por ejemplo, ir, sin avisar, a cualquiera de los hospitales saturados y comprobar en persona en qué condiciones están los pacientes y los profesionales que sufren en sus propias carnes los recortes, comprobar cómo los pasillos se encuentran llenos de enfermos a los que no pueden atender por falta de recursos de todo tipo.

Pero no. Al Conseller le “apetecía" más ir a una emisora de radio, para, entre otras cosas, tocar el piano y manifestar que “un país civilizado es un país donde todos saben tocar un instrumento, lo hemos de tener como objetivo”... Y se queda tan pancho…

Un país civilizado Conseller es aquel que los enfermos no tienen que estar en los pasillos porque se han cerrado habitaciones, ni esperar horas y horas para ser atendido, ni en el que se hacen recortes brutales en todo, ni tener una larga lista de espera para las operaciones, especialistas, pruebas... Y así, podríamos hacer una larga lista de cosas que se han recortado…

Decía Primo Levi que "Un país es considerado tanto más civilizado en cuanto la mayor sabiduría y eficiencia de sus leyes impiden a un hombre débil volverse demasiado débil y a un poderoso volverse también demasiado poderoso". 

Un país civilizado es aquel que tiene una clase política y un gobierno decente y que se preocupa del bienestar de la sociedad y no se dedican a tocar el piano…

Como diría mi amigo el gallego, podría ir usted a las urgencias de cualquier hospital para amenizar la espera a los que allí se encuentran, pero como el piano no entra por la ocupación de las camillas, podría tocar la gaita, que al soplar, le saldrían los colores, y alguno de los presentes podría pensar que está acalorado por la imagen tercermundista que cada día viven los que van a urgencias y los que tienen que curarlos.

Entre los desastres de Boi Ruiz, y el piano del mediático conseller Comín, ¿no podría haber un Conseller normal?