EL SUCESOR DE RAJOY

Aunque nadie lo ha dicho y hay todavía mucha tela que cortar dentro del Partido Popular, a los dirigentes del partido que fundara Manuel Fraga y llevara al cenit del poder José María Aznar, les pica la curiosidad estos días por conocer cuánto tiempo va a continuar en el poder Mariano Rajoy, tras dilapidar su mayoría absoluta y pasarse al "tancredismo" desde el que ha intimidado a los suyos para que le sigan viendo como la única cabeza de lista posible de cara a las inmediatas elecciones legislativas. Aun así, la mayoría de sus compañeros de partido comentan por "lo bajini" que Mariano es un mal candidato a liderar un gobierno de pacto tras esos comicios y sobre todo, de ninguna de las maneras, es el Moisés que ha de hacerles travesar el Nilo de la corrupción y de los escándalos judiciales para guiarlos, sanos y salvos, a la tierra prometida, o sea: al futuro.

Por eso, no es de extrañar que destacados dirigentes saquen a luz en ese Madrid político que es "el gran cenáculo" de las Españas, nombres de candidatos a suceder a "la joya del Lerez" sin que en realidad, nadie se atreva a no pensar que el propio Mariano elegirá a su sucesor o sucesora, como ya hizo su predecesor en el mismo cargo. Y ahí es, precisamente, donde está el quid de la cuestión. ¿A quién quiere en la calle Génova y por supuesto, en la Moncloa, el enigmático político gallego?

Llegados a esa encrucijada, muchos peperos piensan que Soraya Saenz de Santamaría se ha currado esa sucesión, como también se la curró Rodrigo Rato que era el delfín de prestigio que tenía a su lado a Aznar y que al final se quedó para vestir santos en el Fondo Monetario Internacional para luego huir "por amor" de aquel chollazo y pegarse la torta padre en su regreso a la política doméstica, donde cometió errores de principiante y se dejó atrapar por sus enemigos, la mayoría de su propio partido, enseñándonos a todos sus vergüenzas patrimoniales escondidas en oscuras empresas de testaferros y hasta en lejanos paraísos fiscales, que han arruinado su credibilidad y hasta su muy próspero patrimonio personal. No parece este el caso de Doña Soraya que es muy lista, carece de fondo de armario, está muy preparada y cuenta con apoyos internacionales muy poderosos, aunque también padece de rechazos internos muy sobresalientes porque ha pisado demasiados callos en el partido sin que la militancia acabe de quererla "apasionadamente", lo cual es todo un hándicap.

Y en este punto del guión, es cuando se vislumbra a lo lejos la sombra de un joven también muy preparado, criado en las Nuevas generaciones del PP en las que llega a ser su Presidente, educado en dos Universidades españolas de reconocido prestigio, donde ha estudiado economía y derecho, carreras que luego ha sabido redondear en varios másteres en lugares nada comunes como Harvard, Navarra, el IESE, Deusto y la Complutense. Y que, por si eso no fuera suficiente, ha sido Jefe de gabinete de Aznar, donde ha conocido lo que hace falta conocer sobre las peculiaridades de la política internacional aznarista cuyo anclaje en las Azores es de sobra conocido. Además, por si le quedara algo por aprender gana su acta de diputado y se convierte en el hombre de la renovada comunicación popular de la mano, esta vez, del propio Mariano Rajoy. O sea, conoce el partido popular desde las bases, ha trabajado en la Comunidad autónoma de Madrid, y ha dirigido toda una campaña de municipales que le ha llevado hasta las Cortes tras aguantar a Aznar y a Rajoy, toda una hazaña. Con semejante perfil, es como si a nuestro personaje, el PP le estuviera preparando para ser candidato para algo muy importante en el momento que eso fuera necesario.

¿Le ha llegado ya ese momento a este joven nacido en Palencia en 1981 o es todavía demasiado joven para asumir graves responsabilidades de Estado? El tiempo y los acontecimientos que se precipitarán a partir del 26 de Junio nos darán la repuesta. Pero Vds., por si las moscas, vayan apuntándose este nombre que promete mucho: Pablo Casado Blanco.