EL ESTADO AHOGA A AUTONOMÍAS Y AYUNTAMIENTOS

Miquel Valls acierta de pleno cuando desde la Cámara de Comercio de Barcelona habla claro sobre los recortes que siguen sufriendo los gobiernos de las Autonomías españolas en el sacrosanto nombre de la Unión Europea. El tema, que no es baladí, afecta gravemente a los ejecutivos de todas las Comunidades sean del color político que sean, traspasando su drama a casi todos los Ayuntamientos que gestionan en grado de excelencia.

Valls pone como ejemplo los ministerios de Cultura y Sanidad que no “saben” lo que es recortar y duplican con sus competencias el trabajo que se hace en el resto de “sus” Consellerías autonómicas. Si el Estado se apretara a sí mismo el cinturón, no duden que se podría trabajar sin la asfixia presupuestaria actual que arruina a quienes debieran hacer posible el bienestar de sus conciudadanos.

El que en Euskadi y Navarra haya un concierto específico, hace posible que ambas puedan dar los servicios que se le demandan, dejando encima de la mesa que su situación fiscal es mucho mejor que la del resto de España y que su método “sí funciona”. El que el independentismo haya caminado a paso firme durante los dos últimos años, tiene mucho que ver con la desafortunada manera que tiene el actual Gobierno de Madrid de recortar el déficit público, salvando de la quema, solo sus propias cuentas.

Cita Valls como caso de ineficacia tercermundista el dinero que se gasta en los sistemas de cercanías, que no fallan porque sí, sino porque al operador se le niega el pan y la sal presupuestaria que tiene desde hace años comprometida el mismo Estado. Recordemos en ese punto que al frente de Fomento ha estado la persona de mayor confianza de Rajoy, la misma que ahora tiene en sus manos la fecha de la investidura del líder de su partido por ser la Presidenta del Congreso de los Diputados.

Bien harían, pues, el resto de Cámaras de Comercio de España en alzar la voz como ha hecho Barcelona, porque un cambio radical en la gestión presupuestaria es absolutamente imprescindible en España si no queremos morir de éxito por inanición de la mayoría de las Haciendas Públicas de nuestras Comunidades y, por supuesto, de nuestros Ayuntamientos, que ese es el otro drama que ha expuesto recientemente en público el Presidente de la Federación Española de Municipios y alcalde Vigo, el socialista Abel Caballero.