Estos son los indicios que señalan al yerno como asesino de la viuda del expresidente de la CAM

El círculo en torno al asesinato de María del Carmen Martínez –viuda de Vicente Sala, asesinada el pasado 9 de diciembre– se va cerrando.

Este jueves la Policía halló armas en casa de su yerno –marido de la hija pequeña--, arrestado el miércoles como presunto autor del homicidio.

Cuando los agentes investigaban el lugar del homicidio encontraron dos casquillos junto al Porsche Cayenne, del calibre 38 especial. Estos no coincidían con las balas encontradas en el cuerpo de la víctima, que eran de nueve milímetros.

Esta diferencia en el calibre, aunque compatibles, indicaban que la munición había sido modificada.

Esta circunstancia complicaba el rastreo de la munición, que tendría que haber sido modificada por un especialista. Pero los investigadores dieron pronto con una clave, y es que el yerno de la asesinada posee desde hace años una licencia de tiro olímpico.

Así, a las pocas horas de su detención, procedieron al minucioso registro del concesionario que regentaba el yerno de la fallecida, así como otros dos inmuebles para buscar el arma del crimen.

Como ya adelantó Pressdigital, la familia vivía momentos de tensión por el control del imperio dejado por el desparecido Vicente Sala. La madre estaba dispuesta a dejar el grueso del holding familiar en manos del hermano mayor.

EL YERNO, ÚNICO SOSPECHOSO

La prueba de medición de pólvora realizada al yerno horas después del asesinato dio negativo, lo que supuso en primera instancia que este o bien no había tenido nada que ver o había utilizado guantes y se había cambiado de ropa.

Otra de las incógnitas es el ruido de la detonación. Ninguno de los trabajadores del concesionario oyó ningún ruido. Puede que el asesino hubiera utilizado un silenciador. O incluso, a tenor de la manipulación de la munición, se hubiera usado una menor cantidad de pólvora para lograr un menor ruido.

Esta manipulación habría dado problemas con la potencia y trayectoria de las balas, pero no demasiadas teniendo en cuenta que los disparos fueron realizados a quemarropa.

Otra de las hipótesis manejadas fue la del sicario, tanto por el uso de balas modificadas como por el cuidado por no salir en las cámaras de seguridad.

Pero nadie vio a ninguna persona ajena al concesionario en el momento de la muerte de Martínez. Tampoco hay registro de ello ni de las cámaras de concesionario de los negocios próximos.

No existe ninguna pista que avale la tesis de una tercera persona ajena al negocio en el momento del asesinato.

A la espera de que la investigación termine y se revelen las conclusiones, es el yerno de la víctima el único sospechoso de una muerte que ha conmocionado la opinión publica de Alicante.