LA DIADA DE CATALUNYAPRESS

Imagen de portada del Facebook de CatalunyaPress

Un once de septiembre de 2008 nacía CatalunyaPress. Cada año celebramos nuestra particular Diada con la ilusión de que, en ese nuevo día del reestrenado aniversario, hemos dado un paso más en la dura pelea de sacar adelante una publicación que solo tiene un propósito resumido en su lema fundacional: CatalunyaPress t’informa.

No es sencillo abrir las puertas de esta empresa cada día, y menos en la Catalunya de los últimos años, porque éstos son tiempos en los que no vale que tu trayectoria profesional de más de cuarenta años acredite imparcialidad y lucha por la libertad, ya que ahora lo que realmente se valora es el bando en el que te encuentres, algo que es letal para los que no somos partidarios del enfrentamiento y la división.

Por eso lo pasamos mal, muy mal, y en este 11 de septiembre de 2017 aun peor, después de lo que ha sucedido la semana pasada en el Parlament de Catalunya, que nos ha traído la malísima imagen de una Catalunya dividida y enfrentada al resto de los españoles, nuestros compatriotas durante los últimos quinientos años, que se dice muy pronto.

Por lo demás nuestra familia digital ha crecido en cantidad y calidad. De aquel primer CatalunyaPress en ‘catalá’ y ‘castellá’ han surgido Pressdigital; GaliciaPress -que se edita también en galego y castelan-; The Economy Journal publicado en español e inglés; el Pressdigital Japan que en japonés difunde nuestro día a día en ese idioma; y, en los últimos meses, ha nacido VilaPress que se ocupa específicamente de una información que nos es muy querida: la de los Ayuntamientos de Catalunya.

Somos ya un pequeño grupo con nombre y apellidos: Press Digital Group, donde empresarialmente conservamos la estructura familiar que es, a nuestro entender, un valor añadido de compromiso y seriedad. Nada nuevo bajo el sol y por supuesto, sin más pretensiones que la continuidad en el tiempo, ya que los beneficios modestos que se obtienen en cada ejercicio por el patrocinio de nuestros anunciantes se revierten año a año en la misma empresa que alienta el proyecto. Es nuestra manera de entender el periodismo y así continuará el tiempo que Dios quiera.

Como estamos como estamos, este año no celebraremos ni nuestra Diada, ni las diferentes Diadas que otros organizan en las calles de Catalunya. Nos duele el alma y no estamos para fiestas. Hoy será un día de trabajo más, eso sí, menos agradable que el del año anterior en el que todavía teníamos la esperanza de que el buen juicio acabara imponiéndose en las mentes de algunos de nuestros políticos. Desgraciadamente no ha sido así. Ojalá que en el próximo once de septiembre todo cambie radicalmente pero para mejor. Si no es así no merecerá la pena seguir publicando noticias sobre una Catalunya rota y enfrentada. La queremos demasiado como para que sigamos dando malas noticias y peores titulares. 

Que pasen una buena Diada familiar y que nada ni nadie se la estropee.

Artículo publicado originalmente en CatalunyaPress.