La escalofriante lesión que amargó la vuelta de la NBA

Wade se arrodilla mientras Hayward es atendido.

El alero de los Boston Celtics, Gordon Hayward, ha protagonizado la acción que ha amargado el inicio de la temporada baloncencística en la NBA.

Esta madrugada, en el primer partido del año, Hayward ha sufrido una escalofriante lesión, rompiéndose el tobillo izquierdo solo cinco minutos después de debutar con los Celtics.

Hayward, que firmó un contrato de 4 años y 128 millones de dólares, fue a por un balón en un alley-oop y topó con LeBron James en el aire, cosa que hizo que, al caer, su pierna se doblara debajo de su cuerpo al tocar suelo. 

El jugador miró horrorizado cómo su pie miraba hacia afuera. Puso sus manos en la cara y se tiró al suelo mientras un silencio aterrador se apoderaba de las gradas llenas del Quicken Loans Arena.

Los compañeros de Hayward se unieron y rezaron en el banquillo mientras LeBron se cubría la boca y diversos jugadores de Cleveland no podían ni mirar. LBJ consoló al joven alero antes de que se lo llevaran en camilla.

El equipo confirmó más adelante que el tobillo del jugador estaba roto. Es una noticia devastadora para los Celtics, que se creían capaces de disputar la primera posición a los Cavaliers en la conferencia Este.

La lesión también quitó todo protagonismo a una de las imagenes del día, que fue el debut de Kyrie Irving también con los Celtics, debutando ante su ex equipo.