Presupuestos y salida de la crisis

Estos días el Gobierno de la Generalitat ha presentado en el Parlamento de Cataluña los presupuestos para 2014. Después de un año con las cuentas autonómicas prorrogadas, el Consejo Ejecutivo ha puesto encima de la mesa una propuesta, desgraciadamente , previsible.

Estos días el Gobierno de la Generalitat ha presentado en el Parlamento de Cataluña los presupuestos para 2014 . Después de un año con las cuentas autonómicas prorrogados , el Consejo Ejecutivo ha puesto encima de la mesa una propuesta , desgraciadamente , previsible . El intento , ingenuo a estas alturas de la crisis , de hacer pasar estos presupuestos como los más sociales de la historia no hace más que poner en evidencia que el gobierno intenta ocultar con retórica lo que los ciudadanos viven en primera persona .

Y lo peor no es que los recortes se hayan consolidado presupuestariamente - que ya es bastante grave - sino que el Govern no es capaz de dibujar una alternativa económica que nos permita hacer los pasos necesarios para facilitar la salida de la crisis , a la vez que garantiza la protección social a los que más lo necesitan .

Los presupuestos de 2014 representan , en cierta medida , la abdicación que el Govern hace de su obligación de orientar los caudales públicos en el sentido de la reactivación económica y la garantía de los derechos . Si un presupuesto es la principal y más tangible expresión de la política de un país , estos son el manifiesto de la desesperanza .

Ni rastro de un cambio , por tímido que sea , en el rumbo de las políticas . Ahora, con las estrecheces impuestas por el cerco financiero a que nos somete el Gobierno de Mariano Rajoy , pero en el fondo con la misma obsesión por la reducción del déficit al precio que sea que marcaron los dos primeros años de gobierno de Artur Mas , cuando éramos los primeros de la clase - sin que nadie nos lo pidiera - en la reducción del gasto público .

El Govern debería plasmar en los presupuestos una mayor sensibilidad hacia el tejido productivo . Quisiéramos que la obsesión por el déficit se convirtiera en obsesión por la ayuda y el fomento de las políticas industriales para los sectores estratégicos , convirtiendo de una vez por todas el Instituto Catalán de Finanzas ( ICF ) en un verdadero banco público para dar liquidez a las empresas y facilitar la inversión productiva .

Comprobamos con preocupación que las políticas de empleo tampoco son prioritarias para el Govern de Cataluña , que se limita a gestionar los fondos recortados que llegan desde el Estado , sin hacer los esfuerzos necesarios para sumar fondos propios de la Generalitat que posibilitarían la generación directa de puestos de trabajo .

Pero si las políticas industriales y el estímulo para la generación de empleo son necesarios para salir de la crisis , no serán suficientes si no van acompañadas de políticas de cobertura social que protejan a los más vulnerables , los aleje de la exclusión social y les asegure unos mínimos vitales . Echamos de menos que los presupuestos permitan el acceso a la renta garantizada de todos los ciudadanos en situación de percibirla. No es sólo un acto de justicia social , también es una de las mejores inversiones de futuro que podemos hacer para mantener la cohesión social del país.

Josep Maria Álvarez
Secretario General de la UGT de Cataluña