WELCOME (BIENVENIDOS) AL BREXIT

Los británicos han votado irse de la Unión Europea para sorpresa de muchos, seguramente de aquellos que los conocen poco, nuca estuvieron del todo y tampoco querían estar más dentro de lo que estaban.

Las razones de la victoria del Brexit son muchas y variadas, algunas propias del carácter insular y específico británico, y otras por una Unión Europea alejada de la población, poco democrática y en manos de intereses espurios.

¿Qué ofrecían los partidarios de la permanencia? Nada más allá del miedo, todo eran mensajes apocalípticos, de hundimientos económicos, de pérdidas de puestos de trabajo, etc, todo un panorama desastroso que dejaba al Apocalipsis de San Juan en un cuento de niños. Claro, que por otra parte, qué iban a ofrecer de propositivo, una Europa de miseria y austeridad, de una Comisión que no eligen los ciudadanos pero marca la política, de un parlamento que no pinta nada, de falta de transparencia, de una burocracia gigantesca que sólo sirve para llenar la cuenta corriente de los que allí moran. No, no tenían nada que ofrecer, ese es el principal problema.

Ahora, todos indignados con Cameron por cumplir su promesa, hombre, cómo se le ocurre a un político cumplir con su programa electoral y criticando los referéndums porque los carga el diablo; es decir, los defensores de la democracia contra el derecho de la gente a decidir su futuro. Otra razón más para irse. Muchos lamentos y discursos de reforma de la Unión, que como siempre caerán en el sueño de los justos, porque ya avisa Juncker que el próximo gobierno de España tendrá que hacer recortes; siguen sin enterarse de nada.

Viví en Gran Bretaña en tiempos de Thatcher, luché contra sus políticas sociales y económicas, y volvería a hacerlo; en aquellos tiempos conocí a un dirigente del partido torie, miembro de la Cámara de los Lores, tomando copas de buen whisky escocés me dijo que un día yo también sería euroescéptico; tenía razón aunque en mi caso por razones diferentes a las suyas. Hoy brindaríamos los dos con una copa de whisky por el Brexit. God save the Queen.