Imaz cree que la prohibición de motores de combustión se revertirá y ve "daño irreparable" en la automoción
Afirma que en la descarbonización no se puede "poner la ideología por delante de la tecnología" e insta a hacerla "de forma inteligente"
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se ha mostrado "convencido" de que no se prohibirán los motores de combustión en 2035, pero "el problema es que cada año que pase sin tomar esa decisión estamos provocando un daño irreparable en el sector de automoción".
Imaz ha realizado estas afirmaciones en su intervención en el Foro Gipuzkoa de El Diario Vasco, donde ha señalado que "afortunadamente" la Comisión Europea está "preparando la decisión de revertir la prohibición del motor de combustión", que ha sido "profundamente errónea" y "gobiernos como Alemania, Italia y demás están empujando fuertemente" en esa dirección.
"El problema es que cada año que pase sin tomar esta decisión estamos provocando un daño irreparable en el sector de automoción", ha advertido. Imaz ha defendido que hay que llevar a cabo la descarbonización "de forma inteligente", porque "no hay desarrollo sostenible, sin desarrollo" y ello "exige apostar por la competitividad".
De este modo, ha abogado por "una transición más inteligente" e ir "más lento". "Lo que tenemos que hacer es tomar medidas menos ideológicas y más analizadas", ha manifestado.
Así, ha apostado por descarbonizar basándose en las "capacidades tecnológicas e industriales" y el primer principio para ello es la "neutralidad tecnológica" que, a su juicio, "se ha roto", tanto en Europa como en nuestras administraciones. "Tenemos que ser agnósticos con las tecnologías y utilizar todas las que sirvan para reducir emisiones sin sesgos ideológicos", ha incidido.
El consejero delegado de Repsol ha subrayado que no se puede "poner la ideología por delante de la tecnología", porque ello provoca "un grave daño a nuestro tejido industrial", al tiempo que ha recordado que en Euskadi "el 20% del PIB" está asociado al sector.
COMBUSTIÓN
Imaz ha reflexionado sobre el hecho de que hace 15 años el motor de combustión era "la joya de la industria europea" pero "nos hemos echado en brazos de una tecnología dominada por los chinos, no tenemos las materias primas para su desarrollo y todo ello basado además en una falsa asunción", puesto que "se miden las emisiones en el tubo de escape y el CO2 que se emita en Donostia, se emita en Shanghái o se emita en Móstoles es exactamente igual, porque no tiene ninguna afección local y se nos olvida medir las emisiones de CO2 de la minería china y de la batería fabricada con electricidad producida con carbón".
"Hoy aquí un coche con un combustible diésel renovable y un motor de combustión emite menos CO2 en su ciclo de vida que un coche eléctrico", ha subrayado, para asegurar, a continuación, que "no hay ningún dato técnico que avale que un coche eléctrico en Alemania hoy emita con el mix eléctrico alemán menos CO2 que un coche de gasolina híbrida en Alemania".
Imaz ha señalado que "nuestras propias administraciones están favoreciendo fiscalmente la compra de una determinada movilidad generando un daño a nuestro tejido industrial". No obstante, se ha felicitado de que el Gobierno Vasco ha sido "valiente", ya que sus ayudas para la renovación del parque automovilístico "son agnósticas tecnológicamente".
"El problema de emisiones no es de la tecnología, es del parque viejo, de menos seguridad en las carreteras, más daño a nuestra industria y, además, más emisiones de CO2", ha opinado, al tiempo que ha defendido que disponemos de tecnologías eléctricas, gas, diésel, gasolina "a nuestra disposición y no las estamos aprovechando", por tener esa "barrera ideológica por encima de la tecnología" en la toma de decisiones.
A su juicio, "hay que conseguir que cada uno se compre el coche que quiera y las ayudas vayan vinculadas a la descarbonización y no a la tecnología". De este modo, ha instado a eliminar la "incertidumbre, que la gente sepa qué comprar" porque "los primeros que están absolutamente desconcertados son los fabricantes de coches" ya que "no les están llevando al camino de la electrificación total y tampoco pueden mantener las inversiones en dos sistemas".
ZONA DE BAJAS EMISIONES
Respecto a las zonas de bajas emisiones, ha considerado que "la clave no es rebatirlas", sino que "lo que hay que hacer es que esa persona que entra con ese diésel de hace 20 años en una ciudad, que normalmente además fiscalmente es más justo, más progresivo, pueda comprar un coche diésel que normalmente por el tipo de coche estará fabricado en un entorno cercano, activa la industria, posiblemente ese dinero se recupera por las administraciones en poco tiempo".
Además, ha señalado que de este modo "bajamos las emisiones, aproximadamente si es un diésel del año 2000, 91-92% las de partículas, 84% las de óxidos y nitrógeno, y el CO2, por tanto el consumo energético, en torno a un 28%". "Para mí eso es lo que habría que hacer, y es lo que esa medida que el Gobierno Vasco acaba de adoptar apunta en esa dirección", ha añadido.
Josu Jon Imaz ha insistido en que "hay que tomar la huella completa del coche, incluyendo la minería, incluyendo todo", al tiempo que ha considerado "totalmente respetable que un Ayuntamiento opte por rebajar esos niveles en determinadas zonas de una ciudad" y ha reiterado la importancia de renovar el parque automovilístico.
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