La AIReF estima un impacto limitado, pero ligeramente positivo, de las subidas del SMI y la reforma laboral
Sin embargo, la subida del SMI del año 2023 habría reducido la creación de empleo entre 0,34 y 0,53 puntos (55.000-85.000 afiliados menos)
Las últimas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y las medidas de reforma laboral habrían tenido un impacto positivo, aunque moderado, según las conclusiones publicadas este lunes por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha publicado este lunes los documentos técnicos que dan soporte a la 'Opinión sobre la Sostenibilidad de las Administraciones Públicas a Largo Plazo', publicada el pasado 31 de marzo.
En concreto, ha lanzado cinco documentos sobre las proyecciones demográficas de la AIReF (2024-2070), las proyecciones de la tasa de actividad, el impacto del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en el empleo, el impacto de las medidas de reforma laboral en el mercado de trabajo y el impacto del SMI y de las medidas laborales en los ingresos por cotizaciones.
Utilizando distintos modelos macroeconómicos, la AIReF concluye que las subidas del SMI y las medidas de reforma laboral a partir de 2020 han tenido un impacto limitado, aunque ligeramente positivo, sobre la actividad económica, el empleo y las cotizaciones sociales en términos de PIB.
En concreto, las subidas del SMI habrían tenido un efecto ligeramente expansivo tanto sobre el PIB (0,2 puntos porcentuales) como sobre el empleo (0,2) en el promedio de 2022-2050.
Por su parte, las medidas de reforma laboral habrían tenido un impacto positivo, aunque moderado, tanto en el PIB (0,1 puntos) como en el empleo (0,1). El efecto sería positivo en términos de nivel de ingresos por cotizaciones (0,3 puntos), pero prácticamente nulo al compararlo con la ratio sobre el PIB (0,0) debido al incremento del PIB nominal.
SMI: EL SALARIO MÁS FRECUENTE DE LA ECONOMÍA
Pese a este impacto positivo a nivel macroeconómico, la AIReF señala que la subida del SMI del año 2019 habría reducido la creación de empleo entre 0,28 y 0,45 puntos porcentuales (40.000-65.000 afiliados menos).
En el caso de 2023, el efecto estimado sería algo mayor, entre 0,34 y 0,53 puntos (55.000-85.000 afiliados menos). La AIReF señala que la mayor incidencia de 2023 puede estar relacionada con la creciente relevancia del SMI dentro de la estructura salarial y con el aumento de la exposición. Según el análisis, el SMI se sitúa como el salario más frecuente de la economía española.
El SMI ha pasado de 735,9 euros mensuales en 2018 a 1.184 euros en 2025, lo que implica una subida acumulada del 61%, superior a la registrada en la década anterior.
Además, según la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL), el porcentaje de individuos que perciben el salario mínimo ha pasado del 3,5% en 2018 al 7,4% en 2023. De hecho, la AIReF señala que el impacto de la subida del SMI viene determinado no solo por la magnitud de la subida, sino cada vez más por el porcentaje de individuos afectados.
IMPACTO DE LAS MEDIDAS DE REFORMA LABORAL
En cuanto a la reforma laboral, los resultados del análisis de la AIReF evidencian efectos positivos que podrían asociarse al conjunto de medidas implementadas, aunque de magnitud moderada.
A partir de 2022 y en relación con el período 2018-2019, la AIReF constata una mejora generalizada de la probabilidad de salida del desempleo, especialmente hacia contratos indefinidos y fijos discontinuos. En paralelo, observa una reducción en la probabilidad de pérdida del puesto de trabajo, sobre todo en los colectivos tradicionalmente más vulnerables.
La AIReF concluye que las reformas han mejorado la inserción y la estabilidad agregadas y han contribuido a reducir parcialmente la segmentación, en línea con la caída de la temporalidad y la mayor presencia de contratos indefinidos.
No obstante, señala que los resultados deben interpretarse con cautela, puesto que se trata de efectos medios, medidos en un horizonte temporal limitado y condicionados por shocks simultáneos. A su juicio, será necesario reevaluar estas conclusiones a medida que se disponga de nuevos datos, que permitan comprobar si los efectos detectados se consolidan o se matizan en el tiempo.
DEMOGRAFÍA: POBLACIÓN DE 52,7 MILLONES EN 2070
Sobre la evolución demográfica, la AIReF estima que la población total de España aumentará desde los 48,6 millones a 1 de enero de 2024 hasta unos 52,1 millones en 2050 y 52,7 millones en 2070, debido al paulatino incremento de la longevidad y, fundamentalmente, de las migraciones exteriores netas.
Sin embargo, las proyecciones de la AIReF apuntan a que el número de personas en edad de trabajar --entre 16 y 66 años-- pasarán de 32,8 millones en 2024 a 33,6 millones en 2029, para después caer a 30,6 millones en 2051. Posteriormente, se elevará ligeramente en 2070 a 31,7 millones.
A pesar del crecimiento de la proporción de extranjeros, la dinámica de la tasa de dependencia de españoles impide estabilizar la tasa de dependencia global. Así, la previsión de la AIReF es que la tasa de dependencia crezca hasta la década de 2050, casi duplicando su valor actual.
Con todo, el incremento progresivo de la población mayor de 65 años y la reducción de la población en edad de trabajar desde 2029 provocará un aumento de la tasa de dependencia hasta el 69,8% en 2050, desde el 47,8% registrado en 2024.
TASA DE ACTIVIDAD: ESTABILIZACIÓN EN TORNO AL 66%-67%
Por último, la AIReF señala que la tasa de actividad de los individuos entre 16 y 74 años se ha mantenido relativamente estable en España desde 2008, en torno al 66%, con un repunte tras la pandemia por Covid-19. Hasta 2050, las proyecciones de la AIReF apuntan a una estabilización de la tasa de actividad en torno al 66%-67%.
Este resultado es consecuencia del aumento en la participación relativa de la población de mayor edad que en general presentan menores tasas de participación, pese al retraso en la edad de jubilación.
En concreto, la AIReF señala que las tasas de participación de los mayores de 60 años han sido tradicionalmente reducidas en España en comparación con otros países europeos. Sin embargo, se proyecta un aumento progresivo que permitiría alcanzar niveles intermedios en el contexto europeo, similares a las observadas en países como Portugal, Países Bajos, Irlanda o Alemania.
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