El FMI avisa de que políticas industriales mal diseñadas pueden provocar el despilfarro de recursos fiscales
El creciente interés de los países en reestructurar y aumentar la resiliencia de sus economías mediante políticas industriales públicas en apoyo de empresas y sectores específicos puede impulsar la producción local, pero con el riesgo de desperdiciar recursos fiscales sin obtener resultados significativos, según ha advertido el Fondo Monetario Internacional.
En el capítulo 3 de su 'Informe Económico Mundial', publicado este viernes en anticipación de la reunión de otoño que la institución celebrará en Washington junto al Banco Mundial, el FMI señala el énfasis de los gobiernos en desarrollar industrias estratégicas, con el fin de aumentar la productividad y el crecimiento futuros y reducir la dependencia de las importaciones en sectores clave como la energía.
En su análisis, si bien constata que las políticas industriales pueden ayudar a la producción local y a alcanzar la frontera tecnológica global en un sector donde las empresas se vuelven más eficientes cuanto más producen, advierte de que conllevan un aumento de los precios durante la fase de convergencia, además del efecto de las condiciones de partida, como la magnitud de la brecha tecnológica, la rapidez con la que las empresas aprenden sobre la marcha y el tamaño del mercado.
"Las políticas industriales recientes -principalmente una combinación de apoyo directo y financiación subvencionada- se asocian con mejores resultados en el sector objetivo, pero las magnitudes son pequeñas", concluye el FMI.
Asimismo, advierte de que estas políticas también pueden generar un gasto público sustancial, un factor a tener en cuenta en un momento de elevado endeudamiento y limitado margen fiscal en muchos países, mientras que una focalización imperfecta de las intervenciones podría reducir la productividad agregada a medida que los factores de producción se trasladan de un sector a otro.
De este modo, subraya que los responsables políticos deben ser muy conscientes de los costes de oportunidad y las compensaciones asociados a estas políticas industriales, sopesando el aumento previsible de la producción en el sector objetivo, frente a otras consideraciones como el coste fiscal, el aumento de los precios al consumidor y la posible asignación inadecuada de recursos.
"Las políticas mal focalizadas corren el riesgo de desperdiciar los escasos recursos fiscales sin obtener resultados significativos", afirma el FMI, para el que son importantes las circunstancias específicas de cada país.
En este sentido, sostiene que un enfoque y las salvaguardas adecuadas, la disciplina de mercado y reformas estructurales complementarias son elementos cruciales de un paquete de políticas industriales bien diseñado.
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