Con la subida de la ultraderecha en España, VOX, no tanto por un porcentaje alto, sino porque se ha convertido en la clave para que la derecha del PP pueda gobernar, ha levantado las alarmas por su doctrina política que está provocando que los logros conseguidos en todos estos años tras la muerte del dictador Franco, intente suprimirlos . Un retroceso muy significativo en materias tan importantes como: derogar la ley del Aborto, la Ley de Violencia de Género, la de Memoria Democrática, la cultura, Eutanasia y las leyes LGTBI son algunas de las propuestas que Vox recoge en su programa electoral y que están dispuestos a llevarlas a cabo.

Por si esto no fuera suficiente, los de Abascal proponen ilegalizar los partidos políticos, asociaciones que persigan la “destrucción” de la unidad de la Nación española. Eliminación del Tribunal Constitucional, y algunas cosas más que ponen los pelos de punta.

Donde Vox forma parte de los distintos gobiernos junto al PP -este se lo está permitiendo- algunas de las decisiones tomadas están siendo muy criticadas porque la censura ha vuelto de nuevo a la cultura, entre otras. Hasta el momento la obra Orlando, de Virginia Woolf ha sido suspendida por la concejalía de Cultura de Valdemorillo (Madrid) porque un hombre se convierte en mujer.

En Santa Cruz de Bezana (Cantabria) donde gobiernan PP, y Vox han censurado la proyección de la película Lightvear en el cine de verano, porque en la cinta incluida un beso entre dos mujeres. También en Briviesca -gobierna PP con Vox y Ciudadanos- ha sido suspendida la obra de teatro el Mar: visión de unos niños que no había visto nunca el mar. Todo esto forma parte de unas tomas de decisiones ideológicas que nos recuerdan esos tiempos que la mayoría de la sociedad quiere olvidar. ¿Estamos retrocediendo? ¿Por qué el PP se presta a ello?. Pues porque quieren gobernar y lo hacen a un precio muy alto, demasiado.

La reacción a la censura ha tenido respuesta rápida del mundo de la cultura, donde en un comunicado han manifestado su rechazo al "retorno de la censura que atenta contra la libertad de expresión. El proyecto es crear una plataforma, o movimiento que agrupe trasversalmente a todos los sectores de la cultura. La primera acción de esta plataforma ha sido un manifiesto en todas las lenguas del Estado que denuncian las cancelaciones de espectáculos y actuaciones musicales en toda España, realizadas únicamente por criterios políticos. Decía Mercedes Sosa que “toda censura es peligrosa porque detiene el desarrollo cultural de un pueblo."

Esta mañana de lunes, la Cámara Oficial de Comercio Industria y Navegación de Barcelona mostraba su rechazo a la "censura cultural" a la denuncia realizada por el sector. En la nota, la Cámara señala que "La censura de la cultura es un atentado contra la democracia y la libertad de expresión", ha asegurado la entidad, que ha lamentado que dos de las cancelaciones parecen motivadas por razones lingüísticas y se ensañan directamente contra la cultura y la lengua catalana”, afirman. Una exposición perfecta que viene a la memoria de lo sucedido con autores que escriben en castellano y que han sido censurados también por los puristas de la lengua y la Cámara de Barcelona -en los últimos años muy politizada- no ha salido en ningún momento a defenderlos como tampoco lo han hecho los llamados "intelectuales de la cultureta".

Hay que tener cuidado con la censura de cualquier tipo, porque al final los extremos se tocan y el purismo, la defensa de las esencias, los "salvadores de la patria" siempre tienen el mismo fin, que los lectores conocen. Decía Mafalda que "¿No sería más progresista preguntar donde vamos a seguir, en vez de donde vamos a parar?”.

Cuidado con la censura que viene, mejor dicho, que ya ha llegado. Las cosas cuestan mucho conseguirlas y muy poco perderlas.