El Gobierno declarará Lugar de Memoria Democrática a Alicante por su singular relevancia histórica
El Gobierno de España ha incoado expediente para declarar Lugar de Memoria Democrática a la ciudad de Alicante, que está vinculada estrechamente a la historia y la memoria colectiva de España durante la Guerra y la dictadura, según ha informado el Ejecutivo en un comunicado.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este sábado la incoación del expediente, señalando que Alicante es merecedora de este reconocimiento en virtud de dos episodios especialmente significativos: el bombardeo sobre el Mercado Central, el 25 de mayo de 1938; y el dramático exilio a través del puerto de la ciudad.
Además, alberga la tumba de Miguel Hernández en el cementerio de Alicante. Estos hitos constituyen, por sí solos, hechos de una singular relevancia por su repercusión en la memoria colectiva, vinculada a la represión y la violencia sobre la población como consecuencia de la resistencia al golpe de Estado de julio de 1936, la Guerra y la Dictadura, así como al exilio.
Uno de los hechos más dramáticos vividos por los alicantinos fue el bombardeo sobre el Mercado Central a las 11 horas del 25 de mayo de 1938, cuando la aviación italiana que auxiliaba al ejército sublevado lanzó hasta 90 bombas sobre el mercado, que se encontraba totalmente abarrotado de gente.
Las consecuencias de aquella masacre fueron 273 fallecidos y al menos 244 heridos, algunos de ellos de enorme gravedad, además de una infinidad de edificios destruidos o dañados.
La opinión internacional reaccionó con indignación ante estas acciones contra los civiles alicantinos y se creó la 'Comisión internacional para la investigación de los bombardeos áreas de España' compuesta por Gran Bretaña, Noruega y Suecia, que visitó Alicante los días 19 y 20 de agosto, y cuya conclusión fue que el ataque aéreo a la zona civil de la ciudad fue deliberado.
No menos graves fueron los días finales a la Guerra de España en Alicante, especialmente en el puerto. Durante el mes de marzo de 1939 Alicante se convirtió en el gran puerto del exilio. Desde este lugar salieron buques como el Winnipeg, el Marionga, el Ronwyn, el American Trader o el famoso Stanbrook, que, con 2.638 refugiados a bordo, fue bombardeado por la aviación franquista, aunque afortunadamente sin consecuencias.
Estos 'barcos de exilio' salvaron la vida a miles de refugiados que consiguieron ponerse a salvo gracias a la evacuación. Mientras tanto, en el puerto de Alicante se sucedían las escenas de desesperación de la población y de los militares que no pudieron embarcar hacia el exilio, incluyendo episodios dramáticos de suicidios ante la perspectiva de represión que les esperaba.
La mayoría de los combatientes fueron encerrados en diferentes campos de concentración, como el de Los Almendros o el de Albatera. A estos dos destacados episodios se une que Alicante alberga la tumba del poeta Miguel Hernández en el cementerio, lugar de recuerdo y homenaje al poeta del pueblo que murió en la enfermería de la prisión de Alicante el 28 de marzo de 1942.
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