Feijóo vuelve a su kilómetro cero para "ilusionar" antes del congreso y "no gobernar por desgaste del PSOE"
Fotos entre pulpo, rosquillas y orquesta: la ya tradicional 'romería' que organiza el PP provincial de A Coruña junta a más de 4.000 personas
"¡Feijóo, confiamos en ti, hombre!". El mensaje lo ha verbalizado 'Toñito' de Carballo (A Coruña), el autodenominado "fan" del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien se hizo muy famoso en las campañas gallegas por portar pancartas en las que definía al entonces presidente de la Xunta como "fenómeno" y por no abandonar acto sin conseguir su foto con el jefe de filas de los populares.
El desparpajo habitual de 'Toñito' le ha permitido una vez más que su voz se oyese en medio de los más de 4.000 asistentes a la 'romería popular' que el PP provincial de A Coruña organiza en la 'carballeira' de A Magdalena, en A Coruña, pero que ha servido, de algún modo, como resumen del sentimiento común de una cita de la que Feijóo se ha llevado unos cientos de avales para el XXI Congreso Nacional de julio.
Y es que, como ya es habitual en su proceder, Feijóo siempre vuelve a Galicia, su kilómetro cero en la política, el lugar donde cosechó cuatro mayorías absolutas consecutivas, para coger impulso antes de las citas "importantes". Y el congreso de julio, según ha manifestado, lo es. Como argumento, ha aludido a la necesidad de sentar las bases del cambio para "un tiempo nuevo" en España.
"No queremos gobernar por desgaste del PSOE", ha arengado a los suyos en una intervención en la que confesado que quiere contribuir a que los españoles recuperen la "ilusión" y ha garantizado que el cónclave popular irá más allá de los "nombres". También ha prometido que hará un equipo "con todos" y, "sobre todo, con todos los españoles". Su objetivo es que no sea una cita "de trámite", sino "un punto de inflexión".
Las "coincidencias del destino" --porque ha bromeado con que el PP de A Coruña no podía prever, cuando organizó esta "fiesta", que se iba a convocar el congreso de julio-- le han traído a O Pino seis años después, ha remarcado, sin mencionar a Pablo Casado, a quien relevó al frente del partido en 2022 tras una fuerte crisis interna, de que el partido obtuviese "muy malos resultados" en unas elecciones generales.
Entonces, ha recordado, los populares habían obtenido "poco más de 4 millones de votos". Hoy, ha contrastado, con él al frente (aunque no en La Moncloa), es "el primer partido de España", tras acumular "8 millones de votos". Sin embargo, ha recordado que aquel día, seis años atrás, proclamó que los populares podían cosechar "10 millones de votos".
Y, desde la comunidad que le vio cosechar mayorías absolutas, se ha reafirmado en que, en vista de que 8 millones "no son suficientes", mantiene su convicción de que el PP puede llegar a sumar esos "10 millones de votos" y "gobernar", además de sellar un compromiso: "Reconoceréis al Feijóo de las grandes victorias".
RUEDA: ENTRE EL APOYO Y LOS DEBERES A FEIJÓO
En el acto, que ha arrancado a modo de anfitrión el alcalde de O Pino, el 'popular' Manuel Taboada, también ha intervenido el líder del PP gallego, Alfonso Rueda, quien ha aprovechado para remarcar el apoyo de los populares gallegos a su jefe de filas y a quien también ha dejado deberes si gobierna el país. Le recordará, ha dicho, las necesidades que tiene Galicia y que él, ha agregado, ya "conoce" de primera mano.
Pero antes ha tirado de la "estirpe" de los fallecidos expresidentes Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga, y ha recordado el paso de Feijóo por la Xunta para remarcar que "hubo un gran presidente en la comunidad, al tiempo que ha augurado que habrá "un gran presidente en España".
"Un presidente que lo va a hacer igual que en Galicia, que sabe que gobernar consiste en resolver, en no crear problemas y en no mentir", ha apostillado.
UN REGALO EN FORMA DE CAJA DE AVALES
A Rueda, quien ya ha avalado a Feijóo como candidato poular, le antecedió en el uso de la palabra el presidente provincial del PP de A Coruña, Diego Calvo, quien ha aprovechado también, precisamente, para dar un regalo a su jefe de filas estatal en forma de caja de avales.
Tenía, ha dicho, gracias a la labor de alcaldes y portavoces de su provincia, más de 2.000 firmas. Además, en el propio acto se habilitó una mesa para la recogida de más firmas que Feijóo, quien declinó responder a preguntas, visitó nada más llegar al acto y donde aprovechó para bromear: "¿Qué? ¿Qué tal vamos?"
PULPO Y ORQUESTA, EN "EL PATRÓN" DEL PP DE A CORUÑA
Fue el pistoletazo de salida para la auténtica celebración "del Patrón del PP de A Coruña", como lo ha definido el presidente del PP provincial coruñés, Diego Calvo, en referencia a una "fiesta" popular que ya suma siete ediciones y que se retomó en 2022 tras el parón de la pandemia.
Ya antes de que hablasen los dirigentes corrieron el vermú y las cañas entre los asistentes mientras escuchaban a la orquesta Grupo Fusión que amenizó un acto en el que hubo hasta hinchables para niños.
Numerosos 'pulpeiros' se preparaban para hacer la comida y, además de los bares, por si a alguien se le hacía tarde con las intervenciones, había un puesto de bocadillos, otro de rosquillas caseras y una churrería.
Si antes se buscaron fotos y no solo con Feijóo, ya que otros dirigentes gallegos, ahora afincados en Madrid, también tienen sus seguidores (como el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado), una vez concluidas las intervenciones, centenares de personas se agolparon hacia el escenario para tratar de sacarse fotografías con todos los protagonistas.
Fotografías que se extendieron durante casi una hora y tras las que el primero en acercarse a la sombra del toldo que protegía la 'cantina' instalada en la 'carballeira' fue el propio Núñez Feijóo, que pidió una Coca-Cola y continuó junto a la barra sacándose fotos con los simpatizantes que así se lo requerían.
Mientras, Alfonso Rueda seguía encima del escenario desde el que antes habían intervenido respondiendo a la demanda de fotografías individuales y grupales de diferentes agrupaciones municipales de localidades coruñesas.
Finalmente, ambos se juntaron en la barra y, tras pedir Rueda una caña, brindaron para volver a posar ante los gráficos que permanecían a la espera de que los líderes populares se encaminasen hacia la carpa donde les esperaba la comida: pulpo y carne 'ao caldeiro', además de los postres, al 'módico' precio de 30 euros.
Escribe tu comentario