¡Adiós al colesterol! La Universidad de Barcelona descubre una alternativa sin efectos secundarios
Una estrategia innovadora liderada por la Universidad de Barcelona abre la puerta a terapias más seguras contra la hipercolesterolemia y la aterosclerosis
Un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Barcelona y la Universidad de Oregón, ha desarrollado una nueva estrategia terapéutica que podría revolucionar el tratamiento del colesterol alto. Esta investigación propone una vía eficaz y segura para disminuir los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol "malo") en sangre, sin los efectos secundarios asociados a los tratamientos convencionales como las estatinas.
Publicado en la revista científica Biochemical Pharmacology, el estudio centra su enfoque en inhibir una proteína clave en el metabolismo del colesterol, abriendo nuevas oportunidades para combatir enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis.
¿Por qué es tan importante esta investigación?
El colesterol LDL es una de las principales causas de acumulación de grasa en las arterias, lo que favorece el desarrollo de placas que pueden bloquear el flujo sanguíneo. Este fenómeno, conocido como aterosclerosis, incrementa el riesgo de infartos e ictus.
Tradicionalmente, se utilizan medicamentos como las estatinas para reducir estos niveles. Sin embargo, muchas personas no los toleran bien, y pueden sufrir efectos adversos como dolores musculares o daño hepático. Frente a este panorama, los investigadores han apostado por una vía innovadora basada en las pinzas de polipurinas (PPRH), unas moléculas diseñadas para bloquear selectivamente la producción de una proteína llamada PCSK9, implicada directamente en el control del colesterol.
¿Cómo funciona esta nueva estrategia?
La clave del nuevo tratamiento está en interferir el funcionamiento de la proteína PCSK9, que actúa reduciendo la cantidad de receptores celulares LDLR, responsables de captar el colesterol LDL de la sangre. Cuando hay poca disponibilidad de estos receptores, el colesterol no es eliminado adecuadamente, y se acumula en el organismo.
Las pinzas de polipurinas permiten frenar la producción de PCSK9, favoreciendo así el aumento de los receptores LDLR y, por tanto, mejorando la eliminación del colesterol del torrente sanguíneo. Esta técnica no solo reduce los niveles plasmáticos de colesterol, sino que lo hace sin desencadenar reacciones adversas significativas.
Resultados prometedores en pruebas celulares y animales
Los experimentos realizados han demostrado resultados muy alentadores. Según el doctor Carles J. Ciudad, codirector del estudio y profesor del Departamento de Bioquímica y Fisiología de la Universidad de Barcelona, dos variantes de estas pinzas, llamadas HpE9 y HpE12, mostraron una elevada eficacia en células humanas del hígado (HepG2).
En concreto, HpE12 redujo un 74% los niveles de ARN de PCSK9 y un 87% la cantidad de proteína en estas células. Pero lo más sorprendente es que, en ratones transgénicos, una sola dosis de HpE12 logró disminuir en solo tres días los niveles de colesterol en sangre en un 47%, además de reducir la proteína PCSK9 en un 50%.
Una alternativa con ventajas frente a otros tratamientos genéticos
Además de esta técnica, la comunidad científica explora otras vías para bloquear la acción de PCSK9, como el silenciamiento génico con siRNA, oligonucleótidos antisentido o la tecnología de edición genética CRISPR. No obstante, las pinzas de polipurinas presentan ventajas relevantes: son estables, no provocan respuestas inmunológicas y su coste de producción es bajo, lo que las convierte en una opción muy competitiva.
Además, según la doctora Verònica Noé, catedrática y también codirectora del estudio, esta estrategia evita los efectos secundarios que sí pueden aparecer con el uso de estatinas, como las miopatías musculares.
Apoyo institucional y colaboración internacional
Este avance ha sido posible gracias a la colaboración entre equipos de investigación españoles y estadounidenses, con el respaldo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICINN) y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos. La científica Nathalie Pamir, del Instituto Knight Cardiovascular de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, también ha participado activamente en este proyecto.
Un futuro esperanzador en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares
Aunque todavía queda camino por recorrer antes de que esta terapia llegue al uso clínico generalizado, los resultados de este estudio aportan una base sólida para seguir avanzando en tratamientos más seguros, eficaces y accesibles. Esta nueva estrategia basada en biotecnología molecular podría representar, en un futuro no muy lejano, una alternativa real y sin efectos secundarios para las personas que necesitan controlar su colesterol y cuidar su salud cardiovascular.
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