Las personas que se dedican a la profesión de políticos -es en lo que se ha convertido esta, en una profesión más que en una vocación remunerada – se cambian de partido político.
El director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Iván Redondo, ha superado el coronavirus que le dejó aislado desde el pasado 25 de enero y ya ha vuelto a realizar su trabajo de manera presencial, según informa La Moncloa.
Lo malo para Iván Redondo es que el emperador al que él ha reverenciado en esta ocasión es de los que tienen poco poder y que lo que más puede esperar de su influencia es alguna embajada en Flandes, una Cruz de Sant Jordi y por supuesto algún libro-libelo de vez en cuando.
Los intentos por parecerse a Obama o Kennedy han generado comentarios por ser ridículos. Desde la oposición señalan que este gesto de propaganda responde a la falta de programa por parte del presidente.