Un estudio cambia la imagen que hasta ahora teníamos de los neandertales

Los neandertales no tenían esos cuerpos de pecho ancho y postura encorvada que vemos en los museos y libros de texto, según un nuevo estudio.

La primera reconstrucción virtual en 3D de una caja torácica neandertal ha revelado que tenían costillas más rectas y una mayor capacidad pulmonar que los humanos modernos. Los hallazgos sobre el neandertal fueron publicados estes martes 30 de octubre en la revista 'Nature Communications'.

"Los neandertales están estrechamente relacionados con nosotros con adaptaciones culturales complejas muy parecidas a las de los humanos modernos, pero su forma física es diferente a la nuestra en aspectos importantes", dice Patricia Kramer, autora del estudio y profesora del departamento de antropología de la Universidad de Washington. "Entender sus adaptaciones nos permite entender mejor nuestro propio camino evolutivo."

El esqueleto, descubierto por primera vez en 1983 en la cueva Kebara de Israel, es considerado el más completo de los restos de Neandertal hasta la fecha, aunque le falta un cráneo. En vida, el macho Neandertal, conocido como Kebara 2 o K2, medía alrededor de 1.68 metros de altura y pesaba 75,3 kilos. Caminó por la Tierra hace 60.000 años y murió a los 32 años de edad.

Kebara 2 es uno de los diferentes restos neandertales recuperados de esta cueva / CC

Investigadores de España, Israel y Estados Unidos trabajaron juntos en el estudio. "Tres continentes, tres idiomas, una fascinación por cómo funcionaba el mundo para nuestros antepasados comunes", señala Kramer.

El equipo internacional de investigadores utilizó tomografías computarizadas de los fósiles de K2 para recrear un modelo tridimensional de su pecho y se centró en la reconstrucción del tórax. El tórax comprende la caja torácica y la parte superior de la columna vertebral, formando una cavidad que alberga los pulmones y el corazón.

Estos raros huesos de Neanderthal son típicamente frágiles, y es más fácil y menos arriesgado ensamblarlos usando un método virtual.

"La forma del tórax es clave para entender cómo se movían los neandertales en su entorno porque nos informa sobre su respiración y equilibrio", señala Asier Gómez-Olivencia, autor principal del estudio y becario Ikerbasque de la Universidad del País Vasco.

El tórax del Neandertal ha sido objeto de debate entre los científicos durante años debido a la visión estereotipada de los "hombres de las cavernas" basada en estudios de los siglos XIX y XX.

Los investigadores utilizaron software científico 3D, escáneres médicos del esqueleto y observaciones directas del esqueleto K2, actualmente en la Universidad de Tel Aviv, para armar su antiguo rompecabezas.

"Este fue un trabajo meticuloso", destaca Alon Barash, coautor del estudio y profesor de la Universidad Bar Ilan de Israel. "Tuvimos que escanear cada vértebra y todas las costillas individualmente y luego volverlas a ensamblar en 3D."

También compararon los escáneres médicos de los huesos con los de los hombres adultos modernos.

El rompecabezas completo reveló que las costillas de Neandertal estaban conectadas a la espina dorsal más hacia adentro, lo que fuerza la cavidad torácica hacia afuera y hace que la espina dorsal se incline hacia atrás. El resultado es una columna vertebral que carece de la curva lumbar de los humanos modernos.

"Tengo mucha curiosidad sobre cómo la rectitud de la parte baja de la espalda neandertal, combinada con la forma de la caja torácica, impacta las fuerzas en la parte baja de la columna vertebral y la pelvis", señala Kramer. "Los humanos modernos y los otros homínidos que preservan esta región tienen una curva lumbar, pero no los neandertales. ¿Por qué? Como ingeniero estructural y morfólogo funcional, me fascinan estas preguntas de formas relacionadas con el comportamiento".

ESTRUCTURA ESQUELÉTICA DIFERENTE

Los investigadores han calificado a esta diferencia "sorprendente". Esta estructura esquelética no sólo proporcionó a los neandertales más estabilidad, sino que también permitió un diafragma más grande y una mayor capacidad pulmonar.

"La parte inferior del tórax de los neandertales y la orientación horizontal de las costillas sugieren que los neandertales dependían más de su diafragma para respirar", señala Ella Been, coautora del estudio y fisioterapeuta del Colegio Académico Ono. 

"Los humanos modernos, por otro lado, dependen tanto del diafragma como de la expansión de la caja torácica para respirar. Aquí vemos cómo las nuevas tecnologías en el estudio de los restos fósiles están proporcionando nueva información para entender las especies extintas".

Los investigadores no tienen razones para creer que esto es específico del esqueleto de Neandertal que estudiaron, porque estos rasgos son compartidos por otros huesos de Neandertal que han sido analizados.

Pero abre nuevas preguntas sobre por qué los neandertales tenían una estructura esquelética tan diferente. Tal vez necesitaban una mayor capacidad pulmonar para sobrevivir al cambio climático, mantener sus grandes masas corporales y mantener un estilo de vida de cazador-recolector.

"El estudio que más me interesa realizar es lo que esta diferencia en la forma del cuerpo significa para la forma en que los neandertales se movían en su mundo", dice Kramer. 

"La movilidad es un aspecto fundamental de la vida de una persona, como sabe cualquiera que haya sufrido una lesión en la parte inferior del cuerpo o en las extremidades, así que no puedo evitar preguntarme qué nos permitirá aprender sobre cómo caminaban, cómo llevaban sus pertenencias y cómo las llevaban".