A SALVADOR GINER, IN MEMORIAM

Nos ha dejado Salvador Giner de San Julián (1934-2019), maestro de sociólogos y uno de los científicos sociales españoles de mayor renombre internacional. Catalán y catalanista irreductible, la biografía académica de Giner se desarrolló en su mayor medida allende las fronteras de la piel de toro. En sus años mozos trabajó como profesor en la Universidad de Barcelona pero se vio obligado a emigrar a causa de represalias políticas por su activa participación en el movimiento democrático universitario.

Estudió con Friedrich von Hayek, Mircea Eliade, Hannah Arendt y Edward Shils en Chicago, tras lo cual inició un periplo docente que le llevó a enseñar en Puerto Rico y en las universidades inglesas de Reading, Lancaster y Brunel West London. El redactor de estas líneas le conoció personalmente por primera vez con motivo de su viva voce, es decir durante su examen de doctorado en la universidad de Edimburgo en otoño de 1986. Él era el external examinar, es decir el miembro de tribunal que tenía la última palabra sobre la calificación del doctorando. La tesis versaba sobre un estudio comparativo entre Escocia y Cataluña con relación a la descentralización, el autogobierno y el nacionalismo. El profesor Giner se mostró entusiasta con la disertación, y no poco sorprendido que un madrileño hubiera dedicado 3 años de su vida a una tarea que en aquellos años parecía no parecía interesar a nadie, dentro y fuera del mundo de la academia. Vean como han cambiado las cosas en estos últimos 30 años.

Después tuve ocasión de trabajar con Salvador con motivo de la celebración del XII Congreso Mundial de Sociología que se celebró en Madrid en 1990. Al mismo tiempo, y junto a Manuel Pérez-Yruela, posterior presidente de la Federación Española de Sociología, emprendimos la quijotesca tarea de crear el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), primer centro público de investigación en ese ámbito científico dentro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Sus tres primeras sedes estuvieron en Barcelona, Córdoba y Madrid. Las gestiones y requiebros administrativos que hubieron de realizarse para consolidar tan improbable empresa darían de sobra para escribir un entretenido libro sobre las dificultades burocráticas y el cainismo de la los académicos españoles del ramo para hacerlo posible. Hoy permanece el IESA en Córdoba con vocación científica de ámbito no sólo andaluz y español, sino internacional. En Madrid el IESA se ha convertido en el Instituto de Políticas y Bienes Públicos, otro referente también internacional de la investigación española en economía, sociología y ciencia política del CSIC.

Con los años, Salvador asumió diversas responsabilidades institucionales. A destacar fue la presidencia del Institut d’Estudis Catalans desde 2005 a 2014. Entre sus distinciones deben mencionarse la Creu de Sant Jordi otorgada en 2006 por la Generalitat en 1995 y el Premio Nacional de Sociología y Ciencia Política del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) por su trayectoria académica. Junto con otros ‘gigantes’ como Juan Linz y Manuel Castells forma Giner una tríada de extraordinarios científicos que hicieron aparecer en el mapa de las ciencias sociales internacionales lo que ahora algunos llaman como la ‘marca hispánica’.

Pero al sociólogo catalán se le (re)conoce ante todo por sus aportaciones y contribuciones científicas en el mundo de las ciencias sociales. Se cuentan por miles los estudiantes que habrán utilizado su manual ‘Sociología’ en la diversas carreras universitarias donde se ha impartido en España dicha asignatura en los estudios de grado. Su ‘Historia del Pensamiento Social’ es una obra densa y omniabarcante, también ampliamente ampliamente por estudiantes universitarias de las ciencias sociales y humanidades.

En el plano de la teoría social, Salvador Giner se ha apoyado en la doble perspectiva de la historia de las ideas y del análisis filosófico para desmenuzar, y luego reconstruir, la influyente concepción de la sociedad moderna como ‘sociedad masa’. Uno de los temas principales de atención de su obra es la explicación macrosociológica de la modernidad. Algunas de sus aportaciones más resaltables se ocupan del problema del problema de la disolución, crisis y reestructuración de la sociedad civil, el paso histórico de la burocratización a la corporatización, y las nuevas formas de desigualdad y dominación que surgen en las sociedades hiper o post modernas.

Tal vez el problema central de la preocupación teórica de Salvador Giner haya sido el de la relación entre libertad y determinismo social. La libertad, ha sostenido el sociólogo catalán, presenta para el sociólogo un reto tan importante que normalmente éste prefiere no enfrentarse con ella, ni siquiera conceptualmente, ahogándola en la hipótesis determinista.

Una buena parte de los temas que los más jóvenes y lúcidos científicos españoles repartidos por las universidad extranjeras desarrollan ahora con niveles de excelencia fueron introducidos por Giner a finales de la centuria pasada, tales como el debate sobre la naturaleza y el destino de la sociedad civil, la dinámica del (neo) corporatismo, el problema sociológico de la libertad, la importancia de la lógica situacional, la discusión sobre el individualismo metodológico, la teoría contemporánea de la sociedad de masas, la relevancia sociológica del ética o la sacralización de la vida profana del mundo contemporáneo.

Más allá de sus contribuciones científicas, su personalidad y bonhomía son activos que permanecerán en el fuero interno de todos aquellos que aprendimos tanto de su imaginación sociológica y su desbordante vitalismo. Descanse en paz.