miércoles, 15 de mayo de 2024 13:59
Opinión

¿Es un problema de gestión e honradez?

Roberto Laxe
Roberto Laxe

Parece que toda la crisis se reduce a dos cosas, a la incapacidad para la gestión y la deshonestidad subyacente de los gestores actuales, por lo que se exige a los nuevos que se presentan es que sean buenos gestores y honrados. Con eso, que no es poco por otro lado, nos conformamos para el "cambio". Pero, realmente sería un "cambio" "real", o simplemente una mejora ante los que hay.

Parece que toda la crisis se reduce a dos cosas, a la incapacidad para la gestión y la deshonestidad subyacente de los gestores actuales, por lo que se exige a los nuevos que se presentan es que sean buenos gestores y honrados. Con eso, que no es poco por otro lado, nos conformamos para el "cambio". Pero, realmente sería un "cambio" "real", o simplemente una mejora ante los que hay.

Nadie duda de que hay ineptos, de que los corruptos existen (vamos, habría que estar en la estratosfera para no verlo), pero el problema no se reduce a ineptos y corruptos. No creo que los banqueros y empresarios consideren a los ministros actuales ineptos, cuando les han dado miles de millones y una reforma laboral que les permite reducir los salarios a su voluntad.

Tengo mis dudas que los que pagan a los corruptos, es decir, los corruptores consideren malos gestores a los que les dan obras públicas y servicios a precio de saldo.

La buena o mala gestión no es una cuestión abstracta, de que haya buenos y malos gestores en general; sino que es bien concreta: a quién sirve el gestor, que política tiene, que objetivos se marca.
Es por aquí por donde hay que comenzar la discusión: que objetivo tiene la gestión del PPSOE; la de todos conocido y no hace falta extenderse, beneficiar a banqueros y empresarios, nada más.
No es un problema de buena o mala gestión, incluso de honradez; fuera del estado español hay políticos honrados que hacen la misma política de austeridad y privatización que aquí. El problema aquí es que gobiernan con la misma política de austeridad... y además son corruptos.

Por eso, la discusión hay que comenzarla por los cimientos (que a muchos les parece el tejado, por una refracción en los métodos de análisis), por la pregunta de que si una buena gestión llega para sacar a la población trabajadora y a la sociedad de la crisis.

Llegaría con gestionar bien y honradamente el que la deuda de los países sea creada por la imposición del Tratado de Maastricht que les obliga a emitir deuda en los mercados financieros, para que sean los bancos, con el dinero prestado por todos a través del BC europeo, compren esa deuda a un interés superior al que le tienen que pagar al BCE, es decir, a todos nosotros.

Llegaría con gestionar bien y honradamente las políticas de pacto social que garantizan paz social a los empresarios (la paz social para la burguesía es el silencio de los trabajadores / as), como se propone para el "cambio"; el acuerdo entre los agentes sociales, empresarios y sindicatos. ¿La gestión honrada de estos pactos acabaría con la explotación de los trabajadores / as?
Llegaría con gestionar bien y honradamente el derecho a la autodeterminación de las naciones de un Estado que pone en manos del ejército la garantía de su unida. La gestión honrada convencería a los militares de que la unidad de España no les compete, como dice la Constitución.

Llegaría con gestionar bien y honradamente un régimen cuyo jefe del estado es el jefe del ejército, y que nadie ha votado. Es más, sería posible gestionar no ya bien y honradamente, sino democráticamente algo que es un oximoron, "monarquía democrática"; la democracia, es decir, todos iguales ante la ley, es lo opuesto a la monarquía, alguien por derecho de sangre superior a los demás. Sería un buen gestor, y honrado, quien mantuviera esta situación aunque no quisiera (de esta forma sería deshonesto hasta consigo mismo, que es la peor forma de ser deshonesto).

O, por el contrario, si se quiere ser "buen gestor y honrado" hay que romper el Tratado de Maastricht, acabar con los pactos sociales, reconocer el derecho a la autodeterminación y construir una sociedad realmente democrática. Si esto no se hace, uno puede ponerse todos los títulos de "buen gestor y honrado", pero en realidad está engañando a la población, y de últimas esta siendo más deshonesto que a los que se critica por malos gestores y deshonestos; estos, al fin y al cabo, solo hacen lo que sus amos le dicen que hagan.

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