El PP no sabe qué es no pagar la hipoteca
Todos hemos podido constatar como uno de los grandes dramas de la crisis ha sido ver que personas que hasta hace bien poco disfrutaban de una situación confortable, con un trabajo estable y con unas perspectivas vitales positivas, se han encontrado de repente sin trabajo, sin ingresos y con la obligación de pagar puntualmente la hipoteca con el consecuente riesgo de desahucio si no lo hacen.
Todos hemos podido constatar como uno de los grandes dramas de la crisis ha sido ver que personas que hasta hace bien poco disfrutaban de una situación confortable, con un trabajo estable y con unas perspectivas vitales positivas, se han encontrado de repente sin trabajo, sin ingresos y con la obligación de pagar puntualmente la hipoteca con el consecuente riesgo de desahucio si no lo hacen.
La situación ha comportado unas cuántas tragedias agravadas cuando estas personas, además de perder la casa, continúan endeudadas con el banco. Para evitarlo, desde CiU hemos reclamado más sensibilidad en el gobierno español para permita hacer la dación en pago, es decir, volver la vivienda al banco y a cambio dejar de tener la espada de la hipoteca encima de la cabeza cada primero de mes.
Es evidente que no se evita la angustia de perder el piso o la casa que tanta ilusión había supuesto cuando se adquirió, pero como mínimo ahorraríamos a las familias afectadas que se vieran sin hogar y con un sobreendeutamiento sencillamente insoportable para tirar adelante.
Justo es decir que el PP ha hecho muy poco en este sentido. Las medidas que ha adoptado no resuelven el problema. Buena prueba de esto es que sólo un 1% de las personas que se han acogido al código de buenas prácticas se ha visto beneficiado. Hay que recordar que la deuda de los hogares del Estado ya sube a 800.000 millones de euros, de los cuales 600.000 están vinculados a la vivienda.
El gobierno del PP tendría que tomar nota de las recomendaciones del FMI y del Banco Central Europeo que han hecho llegar al ejecutivo de Rajoy sus quejas. Las medidas tomadas en este ámbito se han quedado muy cortas. Además, como lamentan también ambas instituciones, no se ha optado por mejores fórmulas como una ley de segunda oportunidad. Es una advertencia demoledora porque también constata que España es uno de los peores países de la UE a la hora de aplicar políticas dirigidas a proteger las personas en riesgo de exclusión.
Gobernar también quiere decir tener sensibilidad con los más desfavorecidos. Desgraciadamente, el PP no lo aplica en absoluto en este terreno tan sensible y doloroso para miles de familias.
Eva Parera, portavoz adjunta de CiU en el Senado y miembro de la permanente de Unió Democrática de Catalunya
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