“SI NO PELEAS PARA ACABAR CON LA CORRUPCIÓN, ACABARÁS FORMANDO PARTE DE ELLA"

Los casos de corrupción están saliendo en los medios de comunicación un día sí y otro también. Es algo que forma parte de nuestras vidas y estamos tan habituados que no le damos importancia y además no sucede nada.

Solo cuando se conocen las cifras de lo “sustraído” que suelen ser más altas que bajas, nos sale un exabrupto y nos acordamos de toda la familia del chorizo de turno. Pero como la justicia es tan lenta, algunos dicen que “la justicia cojea, pero llega” y en los grandes casos de corrupción, sus protagonistas siguen sin pisar “los hoteles gratuitos” y nadie se cree que vaya a suceder nada. Ejemplos tenemos: Caso Palau, Caso Pujol, ITV, los Eres de Andalucía, Caso Bárcenas, Matas, y una larguísima lista de implicados. Por eso, la ciudadanía es muy escéptica y no tiene la esperanza de que la justicia sea igual para todos. Por ello, a lo más que llegan las personas es a la crítica pública sin hacer uso del deber que como ciudadano tiene de denunciar aquellas acciones que considere que no se ajustan a la ley.

El prójimo tiene la intuición –en muchos casos más que eso- de que la justicia no es otra cosas que la conveniencia del más fuerte, eso mismo pensabanhace más de 2.000 años y es una apreciación que sigue hoy vigente Hay cosas que no cambian con el tiempo.

En estas elecciones, que llevan ya varios días de mítines, promesas y esperanzas, poco se habla de corrupción ¿casualidad? O porque todos, unos más que otros, es cierto, tienen que callar. Los partidos llamados tradicionales por lo que apunto unas líneas más arriba. Los nuevos deberán explicar en pro de la transparencia que ellos invocan explicar de dónde procede el dinero que se están gastando en esta campaña. Sería bueno que dieran a conocer públicamente las cuentas y la procedencia del dinero para evitar especulaciones y no parecerse a los que llaman “la casta”.

La corrupción que ha venido para no marcharse debe estar en la agenda de todo político que aspire a representar a los ciudadanos sino, como dijo en su día Joan Báez “si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”.