Felipe VI ha tocado a llamada, para que, raudos y veloces, los partidos políticos acudan a Zarzuela a explicarle si van a constituir gobierno, o su real persona, ha de convocar nuevas elecciones en junio.
Todo pinta a que el Monarca se ha perdido entre tanta polémica y que, para salir de esa encrucijada, ha de preguntarle a "los líderes" con representación parlamentaria si se van a poner de acuerdo o seguirán tirándose los votos a la cabeza. Si sale cara, es que Rajoy y Pablo Iglesias se han movido y sobre el tiempo de descuento han decido cambiar de estrategia, y si sale cruz, iremos todos a votar con la sensación que poco o nada va a cambiar.
Los "zarzuelistas" más experimentados me cuentan que el monarca está muy quemado con sus señorías Rajoy, Iglesias, Sánchez , Rivera y algo menos con Garzón, porque no han pactado nada que resulte útil a la estabilidad del Estado, y que su decisión de convocarles es para trasmitirles esa decepción acompañándola de la noticia de nuevas elecciones. No puede hacer otra cosa, porque su papel de árbitro no da para más. Si en lugar de Rey tuviéramos un Presidente de la República con larga trayectoria política y prestigio social perfectamente reconocible, seguramente, además de convocatoria, habría discurso lleno de reproches democráticos a quienes no han ejercido su responsabilidad de consensuar un gobierno de coalición. Un Rey ni siquiera puede hacer eso y así nos luce el pelo a todas y todos los españoles, sobre todo por no haber revisado la Constitución por lo menos, hace diez años.
Pero no se preocupen Vds. que este lío, como siempre, lo resolveremos los votantes. Porque, como lo de votar se puede llevar a cabo las veces que sea necesario, si volvemos a equivocarnos, pues... repetimos y de paso, batimos el récord de los belgas y los camboyanos con 541 días de provisionalidad, tiempo más que suficiente para que los papeles de Panamá hagan estragos y los que vengan de Luxemburgo y Suiza rematen la faena, que buena falta nos hace. De tal suerte que, en alguna de las probables y venideras convocatorias ya no quede ninguno de los que ahora dicen representarnos. Apuesten algo.
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