COMÍN, SUS MENTIRAS Y "SU CORTIJO"

La discreción, el buen hacer, hablar poco y hacer mucho deberían ser cualidades que adornen a los gobernantes en general, pero parece que muchos se olvidan de estas premisas y suelen hacer lo contrario: hablar mucho, gestionar poco y taparlo con una presencia enfermiza en los medios de comunicación para que la ciudadanía piense que se “deja” la vida en esto. Es puro marketing, muy utilizado en este mundo de la política para vender humo.

El conseller de Salud, el mediático e hijo de su “padre” Toni Comín, no tiene medida de sus acciones. Estos días se ha presentado en la Clínica del Vallés para hablar solo con el Comité de Empresa y decirles que no se preocupen, que ningún trabajador se va a la calle por quitarle la actividad a este centro hospitalario privado, ya que algunos trabajadores van a ser “trasladados” al Parc Taulí y al Consorci Sanitari de Terrassa.

Como diría una amiga: mentira cochina. Los trabajadores con contrato “temporal” se van a ir a su casa, porque si no hay actividad, no hay puestos de trabajo. ¿Qué van a hacer? Pero conseller, ¿los trabajadores temporales no son trabajadores? ¿O sólo máquinas? Y se olvida de hablar de los otros trabajadores indirectos que pierden también sus trabajos como la limpieza, mantenimiento, hostelería, seguridad y oficinas. Cuando hable, lo tiene que hacer con conocimiento de causa y diciendo la verdad. No diga que esa operación de imagen de quitarse los centros privados de encima para aparentar lo que no es, no va a tener damnificados. Sabe que sí, porque de la chistera no puede sacarse personal, material y estructura para  atender a los enfermos

Los profesionales del Parc Taulí que atenderán a la mayoría de pacientes y el Consorci Sanitari de Terrasa al resto, están preocupados por lo que se les ha venido encima ya que si antes les faltaba personal por los recortes, ahora, con la atención a más pacientes, los números no les salen. ¿Les darán más dinero? En “teoría” sí, pero como todos sabemos, las teorías en muchas ocasiones no tienen nada que ver con la práctica. Así que está por ver la inyección del dinero prometido. De momento, no se fían y en el ambiente flotan, como los fantasmas en la noche, nuevos recortes. Esto significará más sacrificios para los profesionales que trabajan en esos centros, peor servicio para la ciudadanía y alargar las listas de espera. Así de claro, lo demás es contar mentiras.

Mientras la situación de la sanidad no ha mejorado  con la entrada  del nuevo conseller  ,que solo se le ha lavado la cara, el conseller Comín se va a la manifestación del 11 de septiembre y a su gente, evidentemente con su consentimiento, ya que le gusta estar en misa y repicando, cuelgan la foto part de este  en la página web del departamento de Salud como si fuera la página personal de Antoni Comín. 

Utilizar el dinero de todos para la promoción de una ideología política es una falta de respeto por la institución a la que representas, que es de todos los ciudadanos. Pero estamos en una situación que todo lo que yo hago vale, pero lo que hacen los demás que no piensan como yo es un “sacrilegio”. La vara de medir es para todos conseller, no solo para los otros y la Consellería no es tu finca particular, sino de la ciudadanía, es decir “pública”, no privada.

Conseller, dicen que en política no solo hay que ser honesto, sino parecerlo.