La factura electrónica ahorraría hasta 13.500 euros al año a las pymes y subiría la productividad, según Sage
El director general de Sage Iberia, José Luis Martín Zabala, ha indicado este lunes que la implementación de la factura electrónica podría ahorrar hasta 13.500 euros al año a las pequeñas y medianas empresas (pymes), al tiempo que aumentaría la productividad de la Unión Europea (UE).
"La estructuración de datos de la factura electrónica con una capa de inteligencia artificial (IA) va a permitir reducir considerablemente los errores humanos, lo que supone un ahorro de tiempos y de hasta 13.500 euros de impacto directo por una mejora y eficiencia en los procesos y en la gestión", ha manifestado.
Así se ha expresado el directivo este lunes en el encuentro informativo organizado por Sage y Europa Press bajo el título 'Impulsando el crecimiento de la Pyme a través de la facturación electrónica y la Inteligencia Artificial', celebrado en el auditorio de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Madrid.
PALANCA DE CRECIMIENTO Y DE EVOLUCIÓN
De este modo, Martín, en el contexto de presentación del informe realizado por la compañía sobre la materia de digitalización, ha resaltado que la productividad laboral, un problema a nivel europeo, está comprobado que, con la adopción de la facturación electrónica, así como otros sistemas interoperables, esta podría mejorar un 2,6%.
En este sentido, el ejecutivo ha resaltado que dicho sistema "es una palanca de crecimiento y de evolución, ya que la tramitación administrativa supone una barrera para el crecimiento de las compañías". Asimismo, Martín ha destacado que la morosidad es "una lacra" que la factura electrónica puede ayudar a rebajar.
Entrando al detalle, el directivo ha señalado que el 60% de las pymes siguen haciendo algo tan del día a día como registrar las facturas manualmente, a lo que se suma que el 40% de las facturas "siguen pagándose tarde". "Pero además es que los empresarios reconocen que 8 de cada 10 facturas que reciben son irregulares", ha explicado Martín, añadiendo que solo un 7,7% del tejido de pymes son capaces de reportar en sostenibilidad tal y como se le está exigiendo.
IMPACTO DE LA MOROSIDAD
Por otra parte, atendiendo a las barreras que enfrentan las pymes, el estudio apunta que el 69% declara como una "gran carga administrativa el cumplimiento con las obligaciones fiscales", así como el impacto de la morosidad, que el 57% refiere.
"La morosidad es una lacra con la que convivimos, lo que se refleja en que el 51% de estos empresarios ha reconocido haber hecho frente a pago de facturas fraudulentas", ha relatado el de Sage, que ha añadido que "la facturación electrónica es, más que una obligatoriedad, el paso previo que se debe hacer para empujar la necesaria, y urgente digitalización de las pymes".
En cuanto a los beneficios de la implementación de dicho sistema, Martín ha aludido a la reducción del fraude, "algo absolutamente necesario".
"La facturación electrónica con unos datos estructurados, con una encriptación de inicio a fin, garantizando que estos datos estructurados fluyen convenientemente, evitamos, lógicamente, mucho de este fraude que tenemos en el día a día, lo que ayudará a las pymes también en esa necesaria internacionalización", ha argumentado.
Para terminar, el ejecutivo ha querido hacer una especial llamada a la formación de las personas para que puedan aprovechar todo el potencial de este sistema así como de las nuevas tecnologías.

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