España apoya la revisión de las directrices para la compensación de los costes indirectos de CO2 en Europa
La industria química esperar cerrar el ejercicio 2025 con un crecimiento de la producción del 1,2%
El secretario de Estado de Industria, Jordi García Brustenga, ha anunciado este jueves, en la clausura de la asamblea de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), que el Gobierno de España apoyará en Europa la revisión de las directrices para la compensación de los costes indirectos de dióxido de carbono (CO2), que permitirá sumar a nuevas empresas del sector químico.
Así, tal y como ha indicado el Ministerio de Industria en un comunicado este jueves, en la actualidad la Comisión Europea está revisando las directrices de ayudas de estado para la compensación de emisiones de CO2, lo que permitirá ampliar su cobertura a sectores químicos que por ahora no están contemplados.
Esto beneficiará a "prácticamente a todos los sectores de la industria química", como ha señalado el secretario de Estado en su discurso, añadiendo ámbitos como la química orgánica, fertilizantes y componentes nitrogenados.
MODIFICACIÓN DEL REAL DECRETO QUE REGULA ESTAS AYUDAS
Ante la posibilidad de esta modificación europea, el Ministerio deberá cambiar el Real Decreto 309/2022 para incluir la mayor parte del sector químico, que podrá empezar a compensar los costes indirectos por emisiones de CO2 a partir del año que viene, según la previsión avanzada por Brustenga.
En este sentido, el secretario ha valorado "muy positivamente esta noticia" y ha avanzado que este mismo jueves se ha publicado el trámite de consulta pública previa para modificar el Real Decreto que regula estas ayudas. El plazo para presentar alegaciones se inicia este 30 de octubre, y finaliza el jueves 13 de noviembre.
El objeto de la norma es la actualización del mecanismo que permite compensar los costes de los derechos de emisión, consecuencia de la aplicación de la Directiva de comercio de derechos de emisión (ETS), repercutidos en el precio de la electricidad que debe pagar el consumidor industrial, mientras que sus competidores de terceros países no se enfrentan a los mismos costes.
En este sentido, Brustenga ha puesto en valor el compromiso del departamento de Industria para apoyar a la industria electrointensiva. En esta línea, ha recordado que en 2025 se ha presupuestado un total de 600 millones de euros para compensar las emisiones de CO2 y así contribuir a reducir la factura eléctrica de la industria.
España es la quinta potencia química de Europa y uno de los países con mayor crecimiento en producción post-Covid, según ha recordado el secretario de Estado, que también ha destacado el esfuerzo realizado desde la cartera para la descarbonización industrial a través del Perte de Descarbonización.
INDUSTRIA QUÍMICA ESTIMA CERRAR 2025 CON UN ALZA DEL 1,2%
De su lado, Feique ha señalado que a pesar de la "crítica situación" de la química básica, que representa un tercio del sector, la industria química en conjunto estima cerrar el ejercicio 2025 con un crecimiento de la producción del 1,2%. No obstante, esta cifra es menor a la prevista debido a las incertidumbres en el marco de las políticas comerciales y al "débil comportamiento de la demanda europea".
Sin embargo, en 2026 se prevé acelerar el ritmo con un crecimiento productivo del 2% acercándose a la media de crecimiento de los últimos años (2,6%). Este repunte se apoyará en la expectativa de un mayor crecimiento de la demanda global de productos químicos (3,5%), así como en la aplicación progresiva de medidas clave para la competitividad del sector relacionadas con los costes energéticos, los mecanismos de apoyo a la inversión, la protección de la autonomía estratégica del sector o la defensa comercial, entre otras.
Así lo ha explicado la presidenta de la entidad, Teresa Rasero, que igualmente ha resaltado que el sector químico prevé acumular entre 2020 y 2026 un crecimiento productivo del 16,5%, un resultado "destacable si se tiene en cuenta el impacto de circunstancias adversas en dicho periodo como la pandemia global, la invasión de Ucrania o la consecuente tensión en las cadenas de suministro".
En este contexto, Rasero ha subrayado que el "sólido" incremento medio anual del 2,6% en este periodo "confirma la resiliencia y capacidad de adaptación del sector químico, que constituye un motor clave de la economía española".
En cuanto a la cifra de negocios, prevé cerrar 2025 con un crecimiento del 1%, hasta llegar a los 86.023 millones, "afectado por un comportamiento ligeramente negativo de los precios junto a la caída de la demanda europea". Sin embargo, las previsiones apuntan a un mayor dinamismo en 2026, con un incremento del 3%, hasta los 88.928 millones a medida que se recupere la demanda y los precios comiencen a crecer, aunque todavía lo hagan de forma moderada.
Con ello, la industria química española acumulará entre 2020 y 2026 un crecimiento de su cifra de negocios del 37,8%, lo que equivale a un ritmo medio anual del 5,5%, reforzando su papel "como segundo mayor sector industrial del país".

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