Rosa Lluch dice que ser víctima en Barcelona "probablemente fue más fácil porque la sociedad se volcó en la condena"
Rosa Lluch, hija del exministro socialista de Sanidad, el socialista Ernest Lluch, asesinado por ETA hace 25 años, ha considerado que "ser víctima de ETA en Barcelona probablemente fuera más fácil o más llevadero" que en Euskadi, porque "al día siguiente la sociedad se volcó en la condena del asesinato" de su padre.
En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Lluch ha dicho que, como víctima, "reconforta ver que 25 años después tanta gente sigue recordando y echando de menos" a su padre, porque "ayuda a hacer más llevadero el dolor".
Asimismo, ha reconocido que la decisión de ETA de abandonar las armas fue para ella "un punto de inflexión fundamental", porque suponía "tener la seguridad que nadie volvería a pasar" por lo que ella había pasado, aunque ha considerado que "todavía queda mucho por hacer para conseguir una tranquilidad, pero todo llegará, yo soy optimista".
Sobre el día del asesinato de su padre, ha afirmado que "te marca porque hay un antes y un después, porque alguien ha decidido en frío, alguien ha planeado y alguien ha llegado a ejecutar un asesinato y, de golpe, te quedas sin padre".
Por otra parte, ha añadido que "la reacción de la sociedad catalana, que fue mayoritariamente de pesar, de incomprensión, de condena a su asesinato, nos hizo sentir muchísimo más acompañadas".
"Esa es otra distinción, ser víctima de ETA en Barcelona probablemente fuera más fácil o más llevadero, porque al día siguiente la sociedad se volcó en la condena del asesinato de Ernest Lluc", ha reconocido, para recordar que a los dos días de su asesinato en Barcelona hubo "una inmensa manifestación en la que muchísima gente llevaba carteles donde ponía diálogo, que los han hecho ellos en su casa".
"Allí no se repartieron carteles y había gente que los llevaba pintados con rotulador y había gente que los había impreso y se vió que ese día había una clara mayoría social a favor del diálogo y a favor de que esta violencia de ETA tenía que acabar porque había sido intolerable desde el minuto cero, pero era intolerable que siguiera matándose gente en el siglo XX o en el siglo XXI por unas supuestas ideologías políticas cuyos objetivos quizás se podrían conseguir por otras vías".
Rosa Lluch, que ha reiterado que "la violencia no tenía ningún sentido ya en un Estado democrático", ha dicho que hoy va a ser "un día de muchos recuerdos, que, por una parte, requiere un esfuerzo, pero otra parte, estamos obligadas a hacerlo, porque si tanta gente le sigue recordando, si tanta gente quiere hacer actos, nuestra obligación es acompañar a la gente que recuerda como si fuera uno de ellos, porque ya no es solo nuestro, es de todos".
Por último, ha agradecido los actos de recuerdo a su padre después de 25 años y, "sobre todo, el apoyo que hemos recibido de la sociedad durante todo este tiempo".

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