El asturiano logra el reconocimiento después de liderar dos tercios de la carrera el pasado domingo antes de que una avería mecánica truncara la gesta.
El asturiano llegó a liderar la carrera alrededor de la vuelta 55, pero rompió su motor. Al final, el japonés Takuma Sato se llevó la victoria.
Según dijo ayer el piloto asturiano, volver a participar en el evento "no está en sus planes" por ahora, pues solo quiere centrarse en la carrera.
Apenas un kilómetro por hora separa al asturiano del hombre de la pole, Scott Dixon, en las 500 millas que se correrán el próximo domingo.
Ayer repitió el cuarto puesto por segunda vez y registró sus mejores números en cuanto a velocidad punta sobre el óvalo americano.
El asturiano ha completado su segunda tanda de entrenamientos, terminando en la posición 24 de 33 pilotos, y más de 350 kilometros por hora de velocidad media.
Ya es campeón del mundo y ha ganado en Mónaco, por lo que debe ganar las 500 millas de Indianapolis y las 24 horas de Le Mans para igualar a Graham Hill en este hito.
La prueba, donde McLaren sí es competitiva, coincide con el Gran Premio de Mónaco, así que el asturiano no participará en el principado.