La familia como prioridad

Si algo nos ha enseñado la crisis económica en sus peores momentos es que la sociedad no se ha deshecho como un terrón de azúcar ante las dramáticas cifras del paro gracias a la familia. Todos podemos ser testigo de cómo la ayuda de los padres o de los abuelos ante situaciones desesperadas permite que sobrevivan núcleos familiares en los que ningún miembro de un hogar tiene trabajo porque están en el paro.

Si algo nos ha enseñado la crisis económica en sus peores momentos es que la sociedad no se ha deshecho como un terrón de azúcar ante las dramáticas cifras del paro gracias a la familia. Todos podemos ser testigo de cómo la ayuda de los padres o de los abuelos ante situaciones desesperadas permite que sobrevivan núcleos familiares en los que ningún miembro de un hogar tiene trabajo porque están en el paro. A pesar de las escasas pensiones que aún han perdido más poder adquisitivo, sin las prestaciones de paro que se acaban, a pesar de todas las dificultades, la solidaridad funciona y hace evidente que la familia es la auténtica célula indispensable de nuestra sociedad.

Por este motivo desde Unió y antes de que acabe la legislatura -que ya tiene fecha de vencimiento el 27-S-, consideramos prioritaria la política de apoyo a la familia. Hay que dar más fuerza a esta institución que sin hacer ruido ha permitido sobrevivir a la crisis a tantos miles y miles de hombres y mujeres que se habrían encontrado desamparados porque el estado del bienestar no les ha garantizado unas mínimas condiciones de ayuda para todos.

Como la familia es el eje vertebrador de la cohesión social, en estos meses que quedan hasta las elecciones al Parlamento, es importante que el gobierno de la Generalitat haga prioritarias las políticas familiares. Sabemos que la actual legislatura terminará antes de tiempo por las elecciones del 27 de septiembre y, lo reitero, por eso hay que ser diligentes y hacer hincapié en los compromisos del programa de CiU. Es una cuestión muy relevante desde la perspectiva de Unió y así lo trasladaremos al Govern y a los grupos parlamentarios.

Una vez demostrada la fortaleza de la familia en nuestra sociedad se hace imprescindible ayudar a esta institución. Si lo hacemos garantizamos la cohesión social. La crisis económica y sus efectos sociales han demostrado el gran error del falso progresismo que ve en la familia un valor desfasado y poco moderno. La realidad nos ha demostrado a todos, de cualquier línea política, agnósticos o creyentes, la importancia de velar por la buena salud de la familia como medida indispensable para una sociedad cohesionada. La familia es, también, una estructura de estado.