
Andan los dos nuevos “padres de la patria catalana” pactando a sus anchas de cara a las “elecciones plebiscitarias”, que aunque el PP lo niegue, así se van a llamar estos comicios del 27 de septiembre. Dicen hoy los periódicos escritos que se publican en Catalunya que Artur Mas, con el apoyo del muy subvencionado Òmnium y la también “bien pagá” ANC, ha sacado adelante “su lista”, es decir: Esa relación de nombres, que le va a permitir no hablar en campaña de lo que ha sido un desastre de gestión desde que puso los pies en el Palau de la Generalitat, y si generosamente de “ las estructuras de Estado” y como diría el cretino de Joan Laporta, de la Catalunya maltratada, como tantas mujeres en este país por una España opresora y cerril .Por lo que leo también y deduzco por simple obviedad, Oriol Junqueras en este reparto se ha debido quedar con “la parte tonta” de este pacto entre desiguales.
Negar la evidencia de los hechos que les relato, solo es posible desde la cerrazón de unos partidos con sede en Madrid, que nos han dejado a los medios de comunicación catalanes que no somos independentistas, por cierto, creo que solo quedamos solo dos, y no voy de coña, a los pies de los caballos de una fuerza sociológica que si consigue su propósito, nos va a meter a los editores en la cárcel o sometidos al escarnio público, ya que no han podido, de momento, silenciarnos, pese a todos sus numerosos intentos.
Hace unos días, el gran Iñaki Gabilondo en una magnífica entrevista en El Intermedio, por cierto programa, dicen que retirado “estacionalmente” de la pantalla de la sexta, llamaba la atención sobre el “desinterés suicida” con el que desde Madrid se mira el proceso independentista catalán, un asunto muy grave para la convivencia de los que aquí vivimos y de euforia total para aquellos que esperan, con lógica democrática, la suya, claro, dar el golpe de gracia definitivo a lo que hoy se conoce como el Reino de España y mas pronto que tarde por ” Dios sabe cómo”. Yo mismo, que me considero un catalán de primera y un demócrata español practicante, acataré como tantos otros, lo que decidan mis compatriotas, supongo que, para que además de llamarme traidor o unionista, que es un insulto mas fino, los que ahora me lo llaman día si y día también, lo hagan tras el 27 de Septiembre, esos políticos con escaño en la Carrera de San Jerónimo, quienes, lejos de aquí, ven este drama, desde la prepotencia mas irresponsable de la que, no me cabe ninguna duda, se despertaran de golpe y como históricamente siempre se ha demostrado, tarde y mal.
Por cierto, ahora que le pongo el punto y final al artículo, permítanme que deje en la red una sencilla pero angustiosa pregunta: ¿Hay alguien por ahí que lea estas cosas?

Escribe tu comentario