Cada día que pasa y más se acerca el inicio oficial de la campaña del 27S, los partidos y agrupaciones que van a presentar candidaturas se postulan para ver quién incorpora más nombres o caras conocidas. Algunos los forman un conjunto de nombre famosos, caras conocidas, políticos jubilados, políticos retirados y cabreados con su antiguo partido y políticos profesionales que aún están por colocar.
Con este panorama, más las declaraciones, contradeclaraciones y rectificaciones, van pasando estos días de intenso calor, con alguna tormenta que otra. La lista de los independentistas de Don Limpio, cada día se parece más a una olla de grillos, sin un programa concreto, sin discurso unitario, sin criterio y con bastantes discrepancias internas que no han podido evitar que sean ya públicas; muchas estrellas para tan poco escenario y alguna que otra “baja” por incompatibilidad con su trabajo de tertuliana. Habrá alguna más.
Alguien decía que “quien todo lo quiere, todo lo pierde” y Mas se la está jugando a una sola carta que él mismo había marcado pero que alguien la ha cambiado sin su permiso. Lo que quiere decir que, el resultado puede ser cualquiera, está por ver. Ese juego a una sola carta podría tener consecuencias para los máximos responsables del invento; el fin de sus carreras políticas y la marcha sin paliativos a sus respectivas casas, pero sin duda, el coste para el presidente será infinitamente más alto que para el resto de compañeros del invento; el desprestigio de un político que ha querido pasar a la historia como “el libertador” de una Cataluña oprimida por una España cruel y maltratadora. Mas siempre se ha considerado una persona astuta, con una estrategia diseñada, pero alguien dijo en su día que “no hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente”.
La olla de grillos de Don Limpio puede cambiar a otro invento, si hay alguien que ponga orden, discurso y política de altura, sino, la olla se hará más grande…

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