TARDÀ EL VIKINGO Y RUFIÁN EL MUDITO

Joan Tardà, el vikingo de Cornellá, vuelve a tomar las riendas de ERC y el protagonismo ante los medios de comunicación en el Congreso y allá donde haga falta. ¿Alguien lo dudaba? La elección de Rufián como cabeza de lista, era solo un guiño a los castellano parlantes para ver si ERC arañaba algún voto de este sector del Baix Llobregat y el resto del Área Metropolitana. La estrategia les salió mal a los cabezas pensantes porque ni Oriol Junqueras fue capaz de ganar en su pueblo, Sant Vicenç dels Horts, donde quedó en un fastidioso cuarto puesto...

En la campaña, como dicen los andaluces, “sacaron al santo a pasear” a ver si alguien picaba, pero es que el “santo” Rufián salió soso y con falta de empatía... Eso sin olvidar la cantidad de sandeces que llegó a decir en esos 21 días de campaña. Rufíán no consiguió lo que de él se esperaba, pero el resultado fue bueno para los republicanos. Pasada la etapa obligatoria, Tardà no perdió un solo minuto y con la delicadeza que le es propia volvió de nuevo a las andadas, dejando a un lado o atrás, como prefieran, al pobre del apellido tan desafortunado, Rufián.

Estamos en un nuevo modelo de listas electorales donde no importa la posición que lleves en la ella, porque una vez pasada la campaña, las cosas pueden dar un cambio “inesperado”. A los ejemplos me remito: Mas iba de número cuatro, aspiraba a ser investido presidente y tuvo que marcharse a su casa, gracias a la CUP y a las tretas de ERC. Romeva que ocupaba el número uno, es ahora Consejero de Exteriores, como Margallo, pero sin pelo. El actual presidente de la Generalitat, Puigdemont, estaba perdido en esa espesa lista… Pues Tardá, que iba de numero dos, ejerce de número uno. Así que “los últimos serán los primeros”…¿sí?

El vikingo que le debe su fama por las patadas que le da al español cuando habla y por sus salidas de tono parlamentarias, inició sus andaduras políticas en su ciudad, Cornellà, como militante del PSUC y llegó a ser concejal por ese partido en la etapa en la que Frederic Prieto era alcalde. La verdad es que no se le conoce grandes logros como regidor, solo que pertenecía a un reducido grupo de los llamados de “la cultureta”, los que se otorgaban a sí mismos el nombre de “intelectuales”, pero con su reconversión frenética al independentismo, tan “extendido” en su ciudad, se ha hecho famoso por lo ya explicado y por lo sorprendente de su cambio. También se debió dar un golpe en la cabeza y en el Parque de Can Mercadé, entre la arboleda, vio el camino a seguir…

El ahora diputado independentista, Rufián, se ha quedado de golpe mudito y no se sabe dónde se ha metido. Si a eso le sumamos el compañero de bancada que tiene…como no haga como Albano, va a durar menos que un caramelo en el patio de un colegio…