LA CRISIS DE LA ANC

Dicen que para hacer cosas se necesita imaginación y dinero. Cuando éste último falta, se encienden las luces y el miedo hace acto de presencia. Esto es lo que le está sucediendo a la ANC. Hasta antes de las últimas elecciones autonómicas, pese a la crisis, el dinero no era ningún problema para la entidad “ciudadana”, tenía todo el que necesitaba ya que le venía de distintas fuentes: empresarios, donativos anónimos, asociaciones que a su vez recibían dinero de la Generalitat y del propio gobierno que presidía Artur Mas. Ahora, como decía la canción “la fuente se ha secado, las margaritas están marchitas, desde que tú te fuiste -Artur- lloran de pena las azucenas…”.

La ANC ya no es lo que era y los políticos que la han utilizado, no quieren que ésta siga teniendo el protagonismo que ha tenido en este pasado reciente. Quieren controlarla, que hagan lo que ellos quieran; marioneta en manos de unos pocos. Así de claro y de rotundo. Lo demás, si quieren, lo envuelven de romanticismo, pero la política no tiene nada de romántica, agradecida y solidaria. No hay que olvidarlo ni por un momento.

Este fin de semana, los socios de la ANC se han reunido para representar que están vivos, con ideas, ilusión y con planes de cara al once de septiembre, la Diada Nacional de Catalunya y encuentro de los independentistas para ver como cada año, la presencia de la ciudadanía en la “manifestación” es más grande. Se han apropiado de la fiesta de todos los catalanes por el artículo 25, pero, en esta ocasión, tienen varios problemas: la gente se ha desinflado, no hay dinero para pagar los costes que generarán los actos y muchos ciudadanos que se habían identificado con el movimiento independentista y “espontáneo” no quieren saber nada del mismo. Por todos estos argumentos de peso y alguno más, la ANC no realizará un solo acto central, sino que, esta vez, lo repartirán para que se vea menos la ausencia de gente que no piensa asistir a las mismas.

Son tiempos difíciles y más cuando el dinero les ha abandonado, como el desodorante. Sin dinero, a algunos se les quita hasta la imaginación. Las etapas de bonanza económica han pasado, los “paganos” se han cansado de rascarse el bolsillo. Hay que buscar recursos en una economía en crisis…

A eso hay que añadirle las guerras internas por el control de la ANC. Las albaceteñas están en los bolsillos de los instigadores. No hay que perder de vista que, en estos meses donde los movimientos están dejando de ser silenciosos y, como siempre, los medios de comunicación van a ser utilizados para enviarse mensajes unos y otros, la ambición de control es muy grande en los distintos sectores de la ANC.

Decía Cristina II, Reina de Suecia, allá por el siglo XVII que: “la ambición suele hacer traidores”. Tiempo al tiempo…