EN INTERNET TODOS SOMOS CIBERVULNERABLES

Nadie duda de las ventajas que trae consigo la sociedad digital. Desde realizar compras online a resolver trámites administrativos, de encontrar cualquier tipo de información a mantener un contacto permanente con familiares desplazados; son elementos que contribuyen a hacernos la vida más fácil. 

Habitamos un mundo basado en la información que cada vez en mayor medida reside en las redes. Pero para acceder a los servicios que ofrece Internet a menudo debemos compartir información personal de nuestra identidad, de nuestros datos bancarios e incluso de nuestros gustos, costumbres o preferencias. Esta exposición abierta en los entornos virtuales nos hace vulnerables ante hackers y ciberdelicuentes. 

En este escenario cobra especial importancia el concepto de ciberseguridad, la seguridad en el mundo digital, un concepto objeto de reflexión de una reciente publicación de Fundación Telefónica: Ciberseguridad, la protección de la información en un mundo digital.

Una de las aportaciones del estudio es que ofrece una panorámica de la percepción que tiene el usuario individual ante su seguridad y las amenazas de Internet. A fin de cuentas, el internauta es el eslabón más débil de la cadena, pues las empresas tienen más medios para protegerse. 

De esta forma, la encuesta llevada a cabo destaca que más del 80% de los usuarios reconocen la privacidad como un tema de gran importancia y más de la mitad lo conciben como de la máxima importancia. Igualmente, más del 65% considera una prioridad el poder identificar y borrar sus datos de Internet si así lo desea. Además, más del 60% concede mucha importancia a poder mover sus datos personales a una red o plataforma diferente si lo desea.

Al analizar la preocupación por la privacidad en función del tipo de información, se pone en evidencia que se concede la máxima importancia, en primer lugar, a perder el control en la red de los datos personales, y después, lo tocante a las fotos o vídeos. Resulta destacable que las mujeres expresan un mayor celo por su privacidad que los hombres.

Otro tema que se ha consultado es la voluntad de ceder datos personales a cambio de dinero u ofertas personalizadas, es decir, a cambio de recibir parte de los beneficios que las empresas consiguen por el uso de dichos datos. Esta fórmula genera un rechazo mayoritario por parte de los internautas, dado que un 82% no cedería información personal por dinero y más del 65% no lo haría por recibir ofertas personalizadas de las empresas.

El problema es que aunque el usuario presenta preocupación por su ciberseguridad, a menudo no es capaz de identificar cuáles son los peligros y por tanto no sabe cómo enfrentarse a ellos. Por ejemplo, gran parte de los internautas piensa que la mayor amenaza en la red es que te roben datos personales y las claves, pero el cibercrimen evoluciona constantemente, de forma que un atacante puede querer acceder a los recursos del usuario para aprovecharse del poder de procesamiento con el fin de realizar tareas que requieran gran poder de computación, o bien puede robarle su ancho de banda para que su sistema actúe como un zombi dentro de una botnet y poder realizar ataques masivos.

El informe concluye que es deseable que los usuarios conozcan las nuevas normas de juego que imponen Internet y las nuevas tecnologías y que estén familiarizados, tanto con los mecanismos que utilizan los atacantes, como con cuáles de nuestras identidades pueden ser interesantes para ellos.